La ministra de Sanidad, Mónica García, anunció que se sacará a consulta pública la reforma del Real Decreto por el que se fijará el empaquetado genérico del tabaco, una medida incluida en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, aprobado junto con las CCAA este pasado viernes.
Consulta pública
Desde este lunes y hasta el 23 de abril, ciudadanos, organizaciones y asociaciones pueden acceder a la consulta pública previa y realizar sus aportaciones al proyecto. “Se trata de una medida que ya se está aplicando actualmente en muchos países como Australia, Francia, Noruega y Dinamarca y que está dando unos efectos evidentes”, afirmó la ministra.
En concreto, el Real Decreto va a regular determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados. El texto también incluye la prohibición de aditivos y componentes que confieren aromas en tabaco y productos relacionados como los vapeadores. García aseguró que la evidencia científica demuestra que el empaquetado genérico es una medida “efectiva y que ayuda a que el propio empaquetado no funcione como un reclamo publicitario en sí mismo, haciéndolo menos atractivo y contribuyendo también a tomar la decisión de dejar de fumar”.
Evidencias científicas
En este sentido, se dispone en la actualidad de una variedad de productos con características diferenciadas, con o sin tabaco, con o sin nicotina, con o sin componentes electrónicos, e incluso con aspectos híbridos de compleja catalogación, que suponen “un desafío” y sobre los cuales resulta “necesario” aportar la adecuada respuesta técnica en aras de garantizar la debida protección de las personas que consumen estos nuevos productos no convencionales, según Sanidad.
El objetivo es introducir en la regulación aplicable diversas medidas en cuestiones tales como las siguientes: mejoras en el etiquetado y envasado de los productos del tabaco mediante la introducción del empaquetado genérico; mejoras en la adecuada catalogación de los productos emergentes del tabaco y relacionados con el tabaco; y prohibición de aditivos y componentes que confieren aromas en el tabaco y en productos relacionados y que desvirtúan los objetivos de la normativa sanitaria o que pueden resultar más llamativos para los consumidores.
La presente normativa pretende también ofrecer una mayor claridad, uniformidad y seguridad jurídica en el mercado de productos de tabaco y productos relacionados.
“Lobbies’ contra el muro”
En este sentido, la ministra de Sanidad reiteró que el Plan Antitabaco en el que se enmarca la medida “parte de una premisa científica” e indicó que los “lobbies con intereses comerciales se encontrarán con un muro si intentan influir en todo lo que tiene que ver con priorizar la protección de la salud de los ciudadanos”. “El barco de la lucha contra el tabaquismo ya ha zarpado y no vamos a dar ni un solo paso atrás en este compromiso”, apostilló.
También recordó que el Ministerio de Sanidad, “con la misma voluntad de acuerdo y diálogo que tiene desde el primer día”, incluyó en su plan el 90% de las enmiendas y de las iniciativas de las autonomías.
García también insistió en que planes anteriores en esta materia han evitado “alrededor de unas mil muertes al año” por enfermedades relacionadas con el tabaquismo. “Esto significa que la misión, lo más importante de este plan, es dar más años de vida y más vida a los años” porque “es un plan para evitar que la gente empiece a fumar y que la gente que quiere dejar de fumar pueda hacerlo”, resaltó.
“Lo hemos hecho con ambición. Lo hemos hecho sin miedo, con mucha coherencia, de la mano siempre, siempre, siempre, de la evidencia científica y con el orgullo de seguir siendo un país que es referencia y vanguardia en la defensa de la salud pública”, señaló. Así, recalcó que, en los últimos años, las iniciativas en este sentido “se habían quedado pequeñas”. “Por eso queremos que este vuelva a ser uno de los grandes desafíos del siglo XXI”, dijo, criticando las “voces catastrofistas” que ya se escucharon en 2005 y 2010.