Las acusaciones han pedido este martes que se mantenga en prisión provisional al procesado que huyó antes del juicio con jurado por la muerte del menor Santi Coca, mientras que su defensa ha solicitado que sea puesto en libertad bajo fianza de 20.000 euros y una serie de cautelas que eviten nuevamente su huida.

Las distintas partes han formulado estas peticiones durante una vistilla que ha tenido lugar este martes en la Audiencia de Gipuzkoa para decidir sobre la situación legal en la que debe permanecer este procesado, a la espera de que sea juzgado por la muerte del menor en un juicio que, según han informado a EFE fuentes del caso, no tendrá lugar hasta después del verano.

Santi Coca, de 17 años, recibió una paliza el 26 de abril de 2019 en el exterior de la discoteca del náutico de Donostia, tras lo que fue evacuado al Hospital Donostia, donde falleció a consecuencia de una hemorragia cerebral después de permanecer dos días en coma.

El juicio con jurado por estos hechos se celebró contra cinco acusados, en ausencia del fugitivo, entre noviembre y diciembre de 2023 en la Audiencia de Gipuzkoa.

La vista se saldó con la absolución de cuatro de ellos y la condena del restante a tres años y medio de cárcel por homicidio imprudente con la atenuante de intoxicación etílica, un fallo que ha recurrido ante el TSJPV.

Capturado en Francia

En este juicio no estuvo presente el sexto procesado, de 24 años y de origen argelino, quien huyó antes de la vista, en la que se iba a enfrentar una petición de veinte años de cárcel, y no fue capturado hasta el pasado 27 de febrero en la localidad francesa de Draguignan, próxima a Cannes.

Una de las acusaciones, la acción popular que ejerce el Ayuntamiento donostiarra, atribuye a este joven huido haber propinado una "última y brutal patada en la cabeza" a Santi Coca durante la paliza.

El pasado jueves, las autoridades francesas entregaron al fugitivo a España tras lo que fue ingresado en la cárcel madrileña de Soto del Real, desde donde este martes ha asistido a través de una videoconferencia a la vistilla sobre su situación personal celebrada hoy en la Audiencia de Gipuzkoa.

Este trámite ha comenzado con la intervención del procesado, quien ha explicado que en su momento huyó a Francia porque en Gipuzkoa no podía "hacer vida normal", ya que tras los hechos fue víctima de amenazas por parte de personas que se dirigieron a él "encapuchadas" y con "cuchillos", lo que le hizo temer tanto por su vida como por su familia.

A pesar de este argumento, la Fiscalía ha reclamado que el acusado continúe en situación de prisión provisional hasta que se celebre el juicio en su contra, al entender que en caso de ser puesto en libertad existiría un "riesgo patente" de fuga.

Un año huido

Ha precisado que, "más que por miedo", el procesado huyó en el momento en el que se le comunicó una sentencia de un año y medio de prisión que tenía pendiente por otra causa y desde entonces ha permanecido un año escapado, por lo que ha afirmado que si no se le mantiene en prisión "va a volver a desaparecer".

En la misma línea se han pronunciado tanto la acusación particular que ejerce la familia de la víctima como el letrado de la acción popular que representa al Ayuntamiento de Donostia.

Ambos abogados han opinado también que, en caso de sentirse realmente atemorizado, en su momento el acusado pudo haberse marchado a cualquier otro lugar de España en vez de huir a Francia, donde además usó distintas identidades para evitar ser detenido.

Asimismo, han puesto de manifiesto que el hecho de continuar en prisión puede evitar que sea nuevamente objeto de la "persecución" que, según el acusado, sufrió mientras estaba en libertad.

Fianza de 20.000 euros

Por su parte, el letrado de la defensa ha pedido que su cliente sea puesto en libertad provisional con una fianza de 20.000 euros, proporcionada a su capacidad económica y a la responsabilidad civil que solicitan las acusaciones, junto a otras medidas cautelares que garanticen su asistencia al juicio.

Ha recordado en este sentido que el procesado ya cumplió el plazo máximo de prisión provisional antes de fugarse y que después sólo ha incumplido una requisitoria, cuando el máximo previsto por la ley para volver a ingresarlo preventivamente en prisión son dos.

En la parte final de la vistilla, el procesado ha vuelto a tomar la palabra para asegurar que no tiene intención de volver a fugarse nuevamente.

Ha explicado además que cuando fue detenido en Francia estaba trabajando en una empresa de fruta y ha anunciado que no piensa volver a delinquir, al tiempo que se ha mostrado dispuesto cumplir cualquier medida cautelar que se le imponga y a residir en cualquier punto de España fuera del País Vasco.

Está previsto que próximas fechas el magistrado presidente del tribunal haga pública una resolución para concretar la situación personal del procesado.