Gipuzkoa encara en los próximos seis meses un debate “necesario”, en el que se deben forjar las bases de la política forestal del futuro. Una “reflexión” que se sustentará en las 35 comparecencias de diferentes expertos y colectivos que abordarán la gestión forestal de nuestros montes desde todas las perspectivas posibles, y de la que se extraerán las conclusiones de lo que “tienen que ser nuestros bosques en el futuro”. “Es un buen momento para ello”, opina la Diputación Foral de Gipuzkoa.
“Hay que investigar en salud forestal. Tenemos que buscar árboles más resilientes al cambio climático”
El diputado de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, dio comienzo a la ponencia sobre gestión forestal el pasado jueves, tal y como se aprobó en el Pleno de las Juntas Generales. Y mostró la “esperanza de que el bosque guipuzcoano pueda recuperar su valor en el futuro” y hacer que muchos propietarios y propietarias forestales que hoy han abandonado la actividad, retomen la gestión forestal.
La Diputación abrió la ponencia sobre política forestal y puso en el foco el abandono y la falta de relevo generacional
Arruti expuso la realidad de un sector cuyos principales retos, dijo, son “el abandono forestal”, que alcanza el 16% de las masas arboladas; y también “la falta de relevo generacional”, ya que seis de cada diez propietarios tienen actualmente más de 65 años.
El diputado pidió un traje a medida para Gipuzkoa, un territorio que cuenta con un mosaico de decenas de especies forestales. Al menos 34 de ellas están inventariadas y se les hace un seguimiento constante, pero se calcula que en el territorio crecen alrededor de unas 70 especies arbóreas distintas, entre las que el pino insignis, que ocupa ya menos de una cuarta parte de este cóctel, sigue retrocediendo, en favor de otras especies autóctonas que, por desgracia, en gran medida están sin gestionar.
El 79% de los propietarios forestales tienen menos de 10 hectáreas y seis de cada diez superan los 65 años
En este sentido, destacó que la enfermedad de la banda marrón del pino debe servir como experiencia y señaló que “hay que investigar en salud forestal. Tenemos que buscar árboles más resilientes”.
Arruti insistió en abordar esta ponencia desde todos los flancos, valorando el papel “cada vez más importante” que juega la gestión forestal en “el cambio climático y la biodiversidad”, teniendo en cuenta también que especialmente tras la pandemia los bosques reforzaron su papel como espacios de esparcimiento para la ciudadanía, pero sin olvidar que son además “fuente de una materia prima” y renovable como es la madera.
“Tenemos que hacer un intento por inculcar la cultura forestal para que se vuelva a recuperar la gestión”
Arruti instó a los partidos a buscar con esta ponencia un traje a medida para la gestión forestal de nuestro territorio: “Tenemos que analizar qué ha sido y qué está siendo la gestión forestal en Gipuzkoa y lo que tiene que ser en el futuro. La clave está ahí. Hacer una ponencia sobre los bosques en el mundo estaría muy bien, pero la clave es que esta ponencia defina una gestión forestal que debería tener un territorio como este”.
“Gipuzkoa tiene unas características propias, una orografía, vivimos mucha gente en poco sitio. Esto no es Finlandia, Suecia ni el Amazonas. Y necesitamos un bosque y una gestión forestal adecuada para ello”, insistió.
También invitó a los partidos políticos representandos en las Juntas Generales del territorio, a “aparcar los prejuicios” que a menudo se emplean para marcar la “diferencia política” entre unas formaciones y otras.
El mapa de Gipuzkoa
El diputado de Equilibrio Territorial Verde ofreció vario datos. Precisó que Gipuzkoa tiene una superficie de “casi 200.000 hectáreas, de las cuales 122.000 son de masa arbolada”. Es decir, “un 61,6% es bosque y el 80% es de propiedad privada”.
Sólo Suecia y Finlandia tienen más proporción de bosque, un 64% y 66% respectivamente, aunque el 97% de los árboles de éste último son únicamente de tres especies que se quedan escasas con la “amplia variedad” que tenemos en Gipuzkoa.
Más frondosas y más árboles
El bosque guipuzcoano tiene, en concreto, 10.410 propietarios y propietarias forestales que en desde 1996 hasta hoy han sido actores del cambio de nuestras masas arboladas, que hoy muestran una mayoría de superficie cubierta de especies frondosas 50,5% frente a las coníferas (49,5%).
En estos últimos 30 años, dijo Arruti, las frondosas, entre las que se encuentran la mayoría de las especies autóctonas, han ganado un 34% de superficie, mientras que las coníferas, más vinculadas al sector productivo, han menguado un 16%.
En esos 30 años, recalcó Arruti, Gipuzkoa ha ganado “casi 4.000 hectáreas” de bosque.
Un tercio, sin actividad agraria
Arruti dibujó el perfil del propietario forestal de Gipuzkoa. Recordó que el 60% tienen más de 65 años. Y, en concreto, el tres de cada cuatro tiene más de 50.
Además, lamentó que el 33,5% de esos propietarios y propietarias no tiene actividad agraria a día de hoy, mientras que antes prácticamente todos “tenían caserío y lo compatibilizaban con la gestión forestal, y esto quiere decir que muchos propietarios nuevos, han dejado el primer sector, y la mayoría viven ahora en ciudades o entornos urbanos”.
Arruti también ofreció datos sobre las “casi 20.000 hectáreas de bosque mixto atlántico, que nosotros asociamos a bosque abandonado, sin gestionar”.
Afirmó que la mayoría de ellos son montes de menos de 0,5 hectáreas y deslizó que la fragmentación de la propiedad tiene una incidencia directa en el abandono.
La apuesta de Basotik
En este sentido, destacó la creación de la Fundación Basotik, una organización pública impulsada por la Diputación de Gipuzkoa y que ha surgido con el objetivo de acaparar la gestión de hasta 40.000 hectáreas de bosque abandonado de Gipuzkoa o de propietarios que ya no quieran continuar gestionando sus parcelas.
En este aspecto, EH Bildu sí le echó en cara que se pusiera en marcha Basotik antes de hacer esta reflexión en la ponencia. Y pidió explicaciones sobre su puesta en marcha.
Al referirse a Basotik, Arruti explicó que muchos propietarios forestales actualmente “no saben ni dónde tienen los terrenos”, pero insistió en que ceder sus montes a Basotik no significa perder la propiedad, sino ceder su gestión, y dijo que “tendrán la oportunidad de gestionarlos en el futuro” si así lo desean.
“Tenemos la esperanza de que aunque hoy la gestión forestal haya perdido interés, en el futuro el bosque pueda tener otro valor y ser de interés para los que hoy no lo es, y que los propietarios quieran gestionar su propiedad. Creemos que el bosque puede alcanzar otro valor en el futuro”, dijo.
El diputado señaló que “tenemos que hacer un intento por inculcar la cultura forestal” y que los titulares de caseríos vuelvan a ver la gestión forestal como un “complemento de la actividad agraria”.