Fátima Hacine, madre del menor Santi Coca, no tenía ayer “fuerzas” para alegrarse por la detención en Francia del acusado de matar a su hijo. “No estoy para celebrar nada, soy una madre sin hijo”, explicó compungida en declaraciones a Efe.
No obstante, Fátima no ocultó cierta “alegría” tras conocer la captura de este individuo, un varón conocido como el argelino y que se dio a la fuga antes de la celebración del juicio con jurado por la muerte de Santi. Fátima insistió en que su ánimo no se encontraba “para celebrar nada”, ya que es “una madre sin hijo” porque a Santi “le han matado”.
No ocultó tampoco cierto “enfado” porque, según dijo, el problema no es que tras escaparse el argelino “lo hayan cogido ahora, sino que es la quinta vez que le detienen en Francia”.
Además, comentó que ahora, después de la primera vista y ya con cuatro absueltos, “por más que haya” un nuevo juicio, “ya no se va a poder volver a juzgar lo juzgado”.
“Ahora, aunque éste haya aparecido la tragedia es para mí que me obligan a tener otro juicio y yo no tengo un abogado de oficio”, explicó Fátima, quien avanzó que no le queda “otra” que “juntar fuerzas” para un nuevo juicio, porque su otro hijo “tiene que volver a la vista como testigo y todos sus amigos también tienen que hacerlo”.
“No es una cuestión que podamos elegir” y yo “no tengo fuerzas porque yo ya estoy medio muerta”, concluyó.