En poco más de un año, desde que se pusiera en marcha la Fundación Basotik, más de 200 propietarios de terrenos forestales se han interesado por participar en la iniciativa, lo que se traduce en más de 2.200 hectáreas que pasarán a estar gestionadas por la Diputación de Gipuzkoa. Con el objetivo de evitar el abandono de los bosques, el ente foral se encargará a partir de ahora de su cuidado y de su gestión, a la par que continúan en la búsqueda de atraer a nuevos interesados.

La diputada general, Eider Mendoza, acompañada por el diputado de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, y el director general de la Fundación Basotik, Jon Ander Ostolaza, ha visitado este viernes en Legazpi las primeras 400 hectáreas analizada de estas primeras cesiones. La Diputación trabaja ahora en preparar las propuestas correspondientes para su uso antes de hacérselas llegar a sus propietarios. 

"El abandono de los bosques ha supuesto una reducción de la superficie forestal y un aumento de los bosques sin gestionar", ha señalado Mendoza, quien ha apuntado que la situación requiere de iniciativas "ambiciosa y con visión de futuro" como la de Basotik. 

Hasta el momento, más de 200 propietarios que suman más de 2.200 hectáreas se han interesado por la iniciativa. La Fundación debe ahora realizar un diagnóstico de todo los terrenos de cara a tramitar su cuidado y su gestión.

"Vienen propietarios generalmente preocupados por la incapacidad de poder gestionar sus bosques o porque temen por el futuro de su superficie forestal. Nosotros les hacemos una propuesta y ellos deben aceptarla, pero en ningún caso se trata de una venta, sino de una cesión temporal", ha explicado Ostolaza. 

El 80% de los bosques de Gipuzkoa son en la actualidad de titularidad privada y hasta 9.700 explotaciones cuentan con una extensión que no supera las 20 hectáreas. Además, el 60% de los propietarios tienen más de 60 años y buena parte de ellos carecen de relevo generacional. 

"Para ellos, la Fundación supone una alternativa atractiva frente a la gestión individual, ya que les permite delegar su plantación, limpieza y transformación", ha agregado el director general de Basotik, al tiempo que ha recordado que aspiran a poder gestionar hasta 40.000 hectáreas de monte guipuzcoano. 

Cesiones adaptadas a cada caso

Uno de estos propietarios que ha decidido ceder sus tierras es Jose Mari Ibabe, dueño de un pinar de seis hectáreas situado en el barrio de Brinkola, en Legazpi, y que está afectado por la banda marrón. "Hasta ahora he sido yo quien lo ha gestionado, pero como no tengo nadie que continúe con ello he pensado que cederlo a la Diputación era la mejor opción", ha apuntado el propietario, de 83 años.

Según ha detallado Ostolaza, en este pinar se plantará roble Quercus Petraea, una especie autóctona propia de Urola Garaia. De hecho, estas plantas nacerán de bellotas recogidas de robles del entorno, tal y como el que ha plantado de forma simbólica en esta zona la diputada general. 

En este caso, la cesión del terreno se ha firmado para 150 años, aunque cada vigencia variará según de cada contrato y de cada propietario. "Hay quienes han heredado un bosque y carecen de conocimientos para su gestión, otros lo han intentado, pero no lo han conseguido y también quienes no quieren que sus hijos carguen con su cuidado", ha puntualizado el director de la Fundación sobre los diferentes perfiles de dueños. 

Con el objetivo de seguir sumando nuevos interesados, la Diputación llevará a cabo en las próximas semanas otra ronda de reuniones informativas en Legazpi, Beasain, Elgoibar, Tolosa, Aretxabaleta, Azkoitia y Donostia.

En total, en Gipuzkoa hay 121.500 hectáreas de bosque, de las cuales el 16% se encuentran son ningún tipo de gestión. La Fundación Basotik buscará alcanzar la cifra de las 40.000 hectáreas.