El barrio Zabaleta, situado en Urnieta, vive “desde hace trece años” una molestia diaria: la de tener que aguantar el paso todos los días laborables de decenas de camiones, algunos de ellos de gran tonelaje, en carreteras locales que no están preparadas para ello, lo que provoca un disturbio diario entre los vecinos, tal y como cuenta a este periódico uno de ellos, Javier Barrientos.

“Viniendo desde Hernani, es el primer barrio a mano derecha y aquí empieza una carretera que une Urnieta con Lasarte. Es una carreterita local y el tramo que pasa por delante de nuestras casas es de unos 60 metros con una cuesta del 7-8% de desnivel y tres curvas en ángulo recto”, empieza contando Javier. Un tramo “estrecho” y poco adecuado para vehículos grandes y por el que, sin embargo, pasan a diario muchos camiones. “Lo habitual es alrededor de 250 al día, pero hemos llegado a contar más de 400”. Una situación insostenible y que ha provocado la denuncia pública de los vecinos, que se encuentran “hartos, cansados e indignados”.

En 2010 empezaron a pasar camiones por el barrio para ir al vertedero de madera. Al principio eran pocos camiones, unos cinco al día, pero eran articulados e invadían las aceras en las maniobras”, explica este vecino urnietarra. La problemática ha ido en aumento en los últimos años: “En 2018 se dio autorización para que pasaran por aquí los camiones hacia otro vertedero (de escombro de obras). A esto se le añaden la construcción de casas, sobre todo en Lasarte, y el paso de camiones hacia el mercado de frutas, porque por lo visto algunos GPS les marcan que este es el camino más corto”. Así que el tráfico en el barrio Zabaleta es “incesante”. Comienza “a las siete de la mañana” y acaba hasta que aguanta la luz del día. En invierno a las cinco de la tarde dejan de pasar camiones, pero en verano el tráfico continúa “hasta las ocho”: “Lo habitual un día entre semana es que pasen por aquí 250 camiones, pero han llegado a ser más de 400”, insiste: “Es exagerado”.

La carretera del barrio Zabaleta no está preparada para este tráfico: “Los camiones, al hacer las maniobras, invaden el carril contrario y se meten en la acera. Alguna vez te llevas un susto porque el camión te pasa cerca. Por ahora no ha pasado nada, pero es peligroso. Hay camiones que bajan cargados la cuesta y con cualquier imprevisto no podrían frenar a tiempo. Los propios camioneros nos han dicho que este paso no les gusta. Cada dos por tres tienen que venir a arreglar, porque se rompen trozos de acera o se dan contra los pivotes. Es una carretera que antes usábamos los vecinos y algún tractor, y nada más”.

Un camión necesita los dos carriles para hacer una maniobra en el barrio Zabaleta. N.G.

En la zona más conflictiva hay “siete u ocho bloques de pisos con cinco alturas y una ikastola”, así que en las horas de entrada y salida de los niños y niñas se forman “atascos con los autobuses escolares y los camiones”. El ruido es otra molestia importante: “Es constante. Hay casas cuya insonorización no es buena y lo sufren todos los días. Yo he estado en alguna de esas casas y no puedes ni hablar”. Por último, los vecinos se quejan del “polvo” que se crea con el paso de estos vehículos pesados.

La promesa de un vial

Estos vecinos, que convocan una concentración todos los miércoles, han trasladado sus quejas al Ayuntamiento de Urnieta y a la Diputación de Gipuzkoa. Del ente foral no han recibido ninguna respuesta, mientras que el consistorio urnietarra sí se muestra “más receptivo”, aunque sin encontrar por ahora una solución definitiva a este problema.

“Por ahora lo único que se ha hecho es instalar unos semáforos provisionales, que se pusieron hace casi dos años –concretamente en febrero de 2022– y que regulan el tráfico. Esto ha supuesto una mejora para la seguridad de los propios camiones, ya que ahora no se cruzan, aunque se forman más atascos”.

Estos “semáforos provisionales” continúan activos porque no hay otra solución a este “tráfico incesante”. El Ayuntamiento de Urnieta, según comenta Javier Barrientos, “tiene previsto la construcción de un vial” que evitaría el paso de los camiones por el barrio Zabaleta, pero “se está demorando porque es más caro de lo previsto”. En cualquier caso, desde el consistorio les insisten en que el vial se va a construir y lo último que saben es que “se va a intentar meter en los presupuestos para empezar en 2024”.

Lo cierto es que la construcción del vial es la única manera de acabar con el disturbio diario que sufren estos vecinos y que han convertido el barrio en un lugar “difícil de habitar”. El resumen es el siguiente: “Ruido, polvo y peligro todos los días por un tráfico de camiones exagerado”.