Los testimonios de los peritos que depondrán en las próximas jornadas en el juicio con jurado que se sigue por la muerte de Santi Coca se perfilan como una de las principales claves del caso, en el que existen dos informes forenses con conclusiones diferentes sobre las causas del fallecimiento del joven.

Santiago Coca, de 17 años, sufrió una agresión la madrugada del 26 de abril de 2019 en el exterior de una céntrica discoteca donostiarra y falleció tras permanecer dos días en coma en el Hospital Donostia.

Cinco jóvenes, tres chicos rumanos, uno marroquí y un español, para los que se piden veinte años de cárcel, están siendo juzgados ahora en la Audiencia de Gipuzkoa como responsables de su muerte, si bien un sexto acusado de origen argelino se encuentra huido de la justicia.

Prisión provisional

Todos ellos fueron detenidos tras los hechos e ingresados en prisión provisional el 29 de abril de 2019, si bien en 2020 fueron puestos en libertad condicional a la espera de juicio al hacerse públicas las conclusiones de la autopsia elaborada por el Instituto Vasco de Medicina Legal.

Este documento, al que ha tenido acceso EFE, aseguraba que los traumatismos que sufrió Santi Coca fueron "de escasa entidad", sin resultar concluyente sobre las razones de la hemorragia cerebral que acabó con su vida y sin decantarse entre una causa "homicida" o "natural".

El texto, elaborado el 30 de enero de 2020 por la Subdirección del Servicio de Patología Forense de Gipuzkoa, sostenía que la causa "fundamental" de la muerte del joven, quien presentaba un nivel de etanol de 0,85 gr/l en la analítica que se le practicó, fue una "hemorragia subaracnoidea" que le provocó la "destrucción de centros vitales encefálicos".

Razón "indeterminada"

El documento decía no obstante que la razón de este sangrado resultaba "indeterminada" entre la posibilidad de "un traumatismo en el transcurso de una agresión" y la de "una etiología no traumática o natural no detectada a pesar de los estudios realizados".

No satisfecha con estas conclusiones, la Fiscalía de Gipuzkoa solicitó un segundo informe al Instituto Vasco de Medicina Legal con el objetivo de concretar "el origen de la hemorragia cerebral subaracnoidea que causó la muerte" de Coca.

Para avalar su petición, el Ministerio Público argumentó la existencia en la causa de un informe "histopatológico" que reflejaba que los hallazgos en el polo cefálico eran "compatibles con un mecanismo traumático", cuando la autopsia había concluido que "eran posibles" tanto el origen natural como el traumático.

Origen traumático

De esta manera, el 28 de abril de 2021, la Subdirección de Bizkaia del Servicio de Patología Forense redactó un nuevo documento "sobre las causas del fallecimiento" del menor por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián que, a diferencia del primero elaborado en Gipuzkoa, concluyó que su muerte fue de "origen traumático y de etiología medico legal homicida".

Este nuevo informe, al que ha tenido acceso EFE, descartaba con un grado de certeza "más allá de la duda razonable" que la hemorragia fuera de "origen natural o espontáneo", algo que veía "muy improbable", al tiempo que se decantaba por el "origen traumático" del sangrado y subrayaba que "el consumo reciente de alcohol podría haber intervenido como un factor con causa concomitante".

Argumentaba además que el caso cumplía todos los "criterios" de una "hemorragia subaracnoidea traumática aislada", entre los que se encuentran haber sufrido un traumatismo "relativamente leve o moderado en la cara o cuello"; el hecho de que "la muerte o el coma" se produjeran "de manera inmediata o casi inmediata"; la "ausencia de otras causas", y "muy frecuentemente un estado de intoxicación etílica".

Pruebas clave

Con estas premisas, Eduardo Ruiz de Erenchun, abogado que ejerce la acusación particular en representación de la familia de Santi Coca, ya avanzó el pasado viernes a los periodistas, en la primera jornada de la vista, que todos estos informes serán una de las "pruebas claves" del juicio.

Ruiz de Erenchun dijo además que éste se trataba de un caso un tanto "atípico" porque, a su entender, el primer informe de autopsia "daba lugar a una duda" sobre la que luego otros "cuatro forenses" (los que realizaron el segundo informe y los peritos de parte) han dicho "lo contrario".

Una opinión que no comparte el letrado Juan Román Zubillaga, uno de los abogados defensores, quien este miércoles recordó a la prensa que los cinco acusados dejaron de estar en prisión provisional y fueron puestos en libertad no porque el juez de instrucción "le dio la gana" sino porque el 30 de enero de 2020 el primer informe de autopsia dijo que la causa de la muerte de Coca "era indeterminada".

Nuevo informe

Zubillaga ha lamentado que "luego, retrospectivamente", como la conclusión de la autopsia no gustó "nada", se solicitara "un nuevo informe médico forense" de unos profesionales de Bizkaia "que no practicaron" la necropsia, porque el cadáver ya había sido incinerado, y que lo redactaron el 28 de abril de 2021 "a dos años vista" de la fecha del fallecimiento.

Así las cosas, las primeras dudas sobre estos informes comenzarán a dilucidarse mañana jueves, cuando está previsto que, tras varios testigos, comience la práctica de la prueba pericial con la declaración de los dos forenses de la Subdirección de Gipuzkoa del Instituto Vasco de Medicina Legal que elaboraron la autopsia de Santi Coca. Al día siguiente, lo harán sus homólogos de Bizkaia y previsiblemente también dos peritos propuestos por las partes.