Hasta ahora, ¿con qué trabajos se contaba en Euskadi para conocer las diferentes especies? 

El atlas que había era de 1985 y era descriptivo, de los que se hacían en aquella época. Lo que hacían aquellos atlas era, básicamente, certificar qué especies había en una escala de 10x10 kilómetros y ya está. En el de ahora se hecho eso en una escala de 5x5 kilómetros y, además, otros análisis que no había en los anteriores. Se ha estimado no solo dónde están, sino cuántos hay.

En general, ¿Euskadi es un buen lugar para las aves reproductoras? 

Todos los territorios tienen especies y Euskadi no es una excepción. Hay 180, de las cuales 175 son autóctonas y cinco son exóticas, pero que están criando en libertad. Es un territorio en el que las aves forestales están muy bien porque los bosques han ido a más, y las acuáticas, en general, también, pero, sin embargo, las aves asociadas a espacios abiertos, lo que sería la campiña atlántica en los casos de Gipuzkoa y Bizkaia y los cultivos de secano tradicionales en Araba, están mal. Están en retroceso y cada vez hay menos. Algunas incluso han desaparecido.

¿Cuáles son las causas de ese retroceso?

En el caso de la campiña cantábrica no se sabe muy bien. En algunas partes, en los últimos años, ha habido cambios en el uso. Cada vez hay más bosque y, si hay más bosque, las especies forestales van a más y las que no, desaparecen. Es un proceso, de alguna manera, natural, pero es verdad que hay campiñas que aparentemente no han cambiado y en las que, sin embargo, cada vez hay menos aves. Esa es una cuestión a investigar. En el caso de Araba es algo diferente y seguramente tenga que ver con la concentración partenaria de los cambios en los cultivos de secano hacia otros tipos de cultivos o del uso excesivo de fitosanitarios. 

Antes ha comentado cinco especies exóticos, ¿están aquí establecidas de forma permanente?

Crían aquí. Hay dos especies de cisnes que son introducidos y algún pájaro que viene de Asia. Todas estas son, normalmente, aves que se soltaron en su día, bien intencionadamente o bien que han llegado de poblaciones cercanas de Francia o que incluso han escapado de jaulas.

¿Pueden causar algún problema a nuestro ecosistema?

Hasta ahora no. Euskadi no es un territorio que tenga un problema con las aves exóticas. Sí con otras especies exóticas, pero no con las aves.

El atlas busca también ser una guía para que las Administraciones sepan dónde y cómo actuar, ¿no? 

Es una de las razones por las que se ha hecho. Que se vea lo que tenemos, que no es poco para un territorio como Euskadi, y que se valore. Al final, sirve para varias cosas: para políticas, para gestores del patrimonio natural, con un valor a nivel de educación y sensibilización alto, y también a nivel científico, porque nos permite conocer mejor cómo funcionan las aves del territorio, dónde están y por qué están en unos sitios y no en otros y cómo pueden cambiar con el cambio climático.

¿El libro tiene en cuenta ese cambio?

Nos permite tener una foto de la situación actual y hacer modelos y predicciones sobre qué va a pasar con el cambio climático, si las precipitaciones bajan o si las temperaturas cambian.