Los centenares de coches afectados por la granizada darán trabajo para varios meses a los talleres de Zumaia. Algunos podrán evitar cambiar las piezas gracias a la labor de los varilleros, capaces de desabollar los golpes de las bolas de granizo de forma artesana a través de unas varilla, pero solo aquellos que hayan sufrido golpes de poco tamaño.

“No van a poder hacer mucho. Por las imágenes que he visto la mayoría tienen abolladuras grandes y van a tener que cambiar las chapas”, ha apuntado a este periódico Patxi Sorozabal, de Sorozabal Carrocería, asegurando que los varilleros únicamente pueden arreglar golpes que no superen el tamaño de una cereza.

Según explica, estos profesionales utilizan una varilla especial con la que haciendo presión y con mucho cuidado son capaces de desabollar la chapa de forma artesanal. En ocasiones, también emplean martillos y ventosas. “Es una técnica complicada. Yo hice un cursillo y era difícil. No suelen abundar y suelen venir de Italia cuando se juntan muchos coches para ser arreglados”, ha contado el carrocero.

No obstante, en esta ocasión parece que el trabajo no será tan considerable. “Solo servirá para los que tenían los coches algo resguardados y no les ha caído el granizo directamente”, ha apuntado Sorozabal. Vista la gran cantidad de vehículos amontonados en los talleres, lo que sí está claro es que los profesionales del motor de Zumaia se tendrán que emplear a fondo durante los próximos días.