La incautación de 375 joyas ocultas en un vehículo, que fueron descubiertas por la Gendarmería francesa en Biriatu, ha permitido a la Ertzaintza resolver distintos robos cometidos en viviendas de Bizkaia y Álava, según informó ayer el Departamento de Seguridad.
Los hechos ocurrieron el 6 de octubre de 2021, cuando el Servicio de Aduanas francés interceptó un vehículo conducido por un ciudadano albanés, afincado en Italia, en cuyo interior había un habitáculo preparado para la ocultación de objetos que contenía 375 joyas valoradas en 67.575 euros.
Los policías franceses procedieron a la ocupación de las joyas e iniciaron la pertinente investigación. A través del Centro de Cooperación Policial y Aduanero (CCPA) de Hendaia, la Ertzaintza obtuvo un listado de las joyas, así como un informe fotográfico de las mismas.
Devolución del material
Las comprobaciones llevadas a cabo por las distintas unidades de la Policía vasca han permitido resolver numerosos robos de joyas y relojes llevados a cabo en viviendas de localidades de Bizkaia, (Durango, Balmaseda y Getxo), así como de Álava (Laudio).
Para poder recuperar dichas joyas, el Tribunal Judicial de Baiona solicitó a los juzgados implicados del País Vasco una Orden Europea de Investigación. Dos de los juzgados ya han remitido la documentación requerida, lo que ha permitido la devolución de un centenar de joyas en octubre de 2022 y mayo de 2023. Además, se prevé que en breve lo hagan el resto de autoridades judiciales.
La entrega de las joyas se hace a través del CCPA entre agentes de la Gendarmería francesa y la Ertzaintza que, por último, las devuelve a sus legítimos propietarios.
Esta operación se ha hecho pública un mes después del juicio celebrado en la Audiencia de Gipuzkoa por la sustracción de diamantes, zafiros y esmeraldas, robadas la madrugada del 17 de octubre de 2018 en la joyería Munoa de Donostia, de la que también desaparecieron sortijas, pendientes, alhajas, relojes, alianzas, medallas y collares.