2022 prometía ser un año tranquilo y de vuelta a la normalidad para el Banco de Alimentos de Gipuzkoa, pero la inflación y la guerra de Ucrania lo precipitó todo, hasta tal punto que el mes pasado tuvieron que mandar una petición de ayuda a la población ante la falta de productos de cara a final de año. Ante esta situación, la nueva edición de la Gran Recogida que se celebrará los días 25 y 26 de noviembre necesita ser “espectacular”, al mismo tiempo que se buscan voluntarios para completarla en Errenteria, Hernani y Tolosa.

“Necesitamos una Gran Recogida espectacular porque las estanterías de la despensa están vacías”, ha alertado este martes la directora de la ONG, Belén Méndez de Vigo, durante la presentación de la campaña de este año, que se llevará a cabo los días 25 y 26. Aunque gracias a la solidaridad de la población guipuzcoana la preocupante situación de hace un mes pudo ser salvada, para poder cerrar el año y comenzar el próximo con todas las garantías posibles es necesario “llenar todo el almacén”.

La atención a los refugiados ucranianos y, sobre todo, la inflación han ido incrementando el número de beneficiarios del Banco de Alimentos desde el pasado mes de marzo. “Todo el mundo ha restringido gastos por el ahorro energético, pero para lo que la mayoría es ponerse una manta más, para otras personas supone ver afectados sus alimentos”, ha asegurado Méndez de Vigo, que ha apelado a “darle valor a las pequeñas donaciones” de cara a la nueva gran campaña de recogida.

Como es habitual, los principales supermercados del territorio se sumarán a la causa, en los que será posible donar bolsas de comida durante las dos jornadas programadas. Al igual que en las últimas ediciones, también será posible adquirir bonos, que permitirán a la ONG poder comprar alimentos en el futuro. En este caso, la posibilidad en los establecimientos estará disponible hasta el 6 de diciembre.

Entre las necesidades, la petición vuelve a ser la misma: legumbre seca, galletas, cacao en polvo, aceite, conservas, pañales y alimentos infantiles. Por su parte, se pide evitar los productos perecederos, así como las bebidas alcohólicas. “Desde julio hemos reducido la dieta porque sino no habríamos llegado, por lo que hemos dejado de dar carne congelada”, ha apuntado la presidente de la asociación.

Con todo lo que puedan conseguir en esta campaña los voluntarios del Banco confían en haber atendido a 20.650 personas este año, una cifra ligeramente menor a la del estallido de la pandemia, 20.956. “Hasta el 2019 la evolución había ido cayendo, pero desde el 2020 la situación se había disparado. Aún así, esperamos que este año, tras haber atendido a las familias ucranianas que llegaron a partir de febrero, la cosa mejore”, han afirmado.

En busca de voluntarios

De cara a la Gran Recogida de este año, todavía falta rellenar algunos huecos de voluntarios, con especial necesidad en Errenteria, Hernani y Tolosa. Por ello, desde la asociación han hecho un llamamiento a que la población de estos municipios se movilice y tome parte apuntándose en alguno de los turnos de cuatro horas disponibles.

Gracias a la suma que se reúna en estas dos jornadas, el Banco de Alimentos alcanzará los dos millones de kilos entregados en 2022, una cifra que subirá hasta los tres gracias a la aportación de los fondos europeos. Parte de esta cantidad también se debe al colaborador especial de este año, el Club Deportivo Fortuna, organizador de la Behobia-San Sebastián, de cuya última edición se han donado todos los alimentos que no sobraron.

Enrique Cifuentes, presidente de la entidad, también ha participado en el acto, junto al alcalde de Donostia, Eneko Goia, que ha asegurado que “la sociedad guipuzcoana siempre responde ante las desigualdades”, y el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, para quien el Banco de Alimentos es “un modelo de sociedad que tenemos que seguir profundizando y colaborando”.