El director del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK), César Gimeno, declaró ayer en calidad de investigado en el juzgado de Donostia que instruye el vertido a una regata cercana a la incineradora en 2020, mientras que los cargos de las empresas concesionaria y operadora de la planta de Zubieta optaron por no testificar. Ésta era la segunda vez que Gimeno comparecía ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 5, ya que el 13 de enero pasado lo hizo como representante legal del Consorcio y ayer debía hacerlo a título personal.

Al procedimiento estaban citados a declarar también como imputados el director técnico de la empresa concesionaria Ekondakin, Santiago Barba; el gerente de la operadora Ekobal, Víctor Guindo, y la representante legal de la primera de éstas, Ane Lertxundi. Los tres se acogieron al derecho de no declarar en esta diligencia, al parecer, porque prefieren hacerlo cuando se conozca algún informe adicional que se habría pedido al Seprona de la Guardia Civil, según explicó Gimeno a los medios una vez concluida la diligencia, y “como excusa para dilatar el proceso”, según Joseba Belaustegi, abogado y portavoz de la plataforma GuraSOS, que ejerce la acusación popular y promovió el procedimiento.

Gimeno testificó ayer en similares términos que en su primera declaración, y dijo que efectivamente hubo “una descarga incorrecta de un camión con amoniaco que terminó en la regata”. En esta segunda declaración, “he vuelto a explicar” porqué “no se dejó entrar en un primer momento (a las instalaciones de la incineradora) a los inspectores de la Agencia Vasca del Agua-URA”, porque “el personal de Seguridad tenía “instrucciones” de “no dejar entrar a desconocidos” debido a los “sabotajes y manifestaciones” que había habido “durante toda la construcción”.