De Igeldo a Urnieta. La recuperación de la fauna salvaje en Gipuzkoa cambia de ubicación con la inauguración de Basabizi, un centro gestionado por la Diputación foral y que en la actualidad está tratando a 22 animales, principalmente aves.

El acto de presentación ha tenido lugar la mañana de este miércoles en el propio Basabizi y han participado el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano; la directora de Montes y Medio Natural, Arantza Ariztimuño; y el jefe del servicio foral de Fauna y Flora, Iñigo Mendiola.

Basabizi viene a ocupar el hueco dejado por Arrano Etxea, el centro de Igeldo que gestionaron Joxan Albisu y Mertxe García desde el año 1985 hasta hace unos meses; más de 36 años en los que "han atendido más de 13.000 animales", según ha informado Olano, que ha agradecido a ambos la labor realizada durante esta época, que ha sido "más allá del deber" y "reconocer eso hoy es esencial". “Basabizi va a ser un continuador de ese esfuerzo”, ha añadido.

Este espacio, situado dentro de los límites de Urnieta, pero alejado del núcleo urbano, es una especie de hospital, donde se recoge y atiende a los animales que requieran de cuidados, aunque no es ningún hogar permanente para estos seres. “El objetivo principal es soltarlos en la naturaleza y que vuelvan a su lugar”, ha precisado Mendiola. De todo el proceso de revisión y sanación se encarga un equipo formado por un veterinario, dos asistentes clínicos de veterinaria y un operario.

Amplias instalaciones

La entrada a Basabizi contiene una verja que permanece abierta de 10:00 a 13:00 horas y de 16:00 a 18:00 horas, de lunes a viernes. En ese horario, cualquiera puede traer un animal al centro; más allá de ese período de tiempo, solo personal autorizado puede acceder con una clave y depositar el ejemplar en una caseta. Tras ello, el veterinario responsable recibe “inmediatamente” el aviso de la llegada y, dependiendo de la gravedad de su estado, se traslada en ese mismo instante o al día siguiente.

Avanzando unos pocos metros, se halla un módulo con diferentes estancias; desde la recepción administrativa hasta unos boxes, pasando por un quirófano, una sala de rayos X y un laboratorio. Es en estos boxes donde “se hace la primera inspección” , “se ve qué tratamiento” tiene que recibir el animal herido y se les alimenta y cuida para que comiencen a recobrar fuerzas, según ha informado Mendiola. Ese es el caso en la actualidad de un joven cernícalo primilla, un ave que no está presente en Gipuzkoa y que una persona trajo desde Valladolid. Una vez que “haya aprendido a comer y aprenda a volar”, prevén soltarlo en Navarra, hábitat natural también de esta especie.

Además de esta zona de primeros auxilios, que cuenta incluso con varias incubadoras, Basabizi tiene diversos espacios para completar el proceso de cura. Especialmente importantes son los tres voladeros, una mezcla entre invernaderos y jaulas gigantes para que las aves dispongan de lugar suficiente para recuperar músculo y habilidades voladoras. Pájaros como gaviotas o incluso algún buitre, que ha decidido emprender el vuelo dentro de una de estas instalaciones cuando los medios se hallaban en su interior.

Pero no solo existen los voladeros, sino también varios boxes de tamaño mediano, repartidos en distintos puntos del terreno, que en estos momentos están habitados por una lechuza, un periquito o un galápago, entre otros. Asimismo, están listos para albergar diferentes mamíferos.

En la actualidad, Basabizi atiende a 22 ejemplares de animales, aunque al año se vaya a cuidar a una media de 500. Este número tiene una tendencia al alza; sin ir más lejos, el año pasado se atendieron en Gipuzkoa 622 animales. Sin embargo, “no es que haya más heridos”, sino que “hay más conciencia, más gente que llama y se interesa”, ha apuntado Mendiola. La mayoría vienen tras ser golpeadas, muchas contra cables de alta tensión, pero también llegan crías que se han caído de su nido y algunos por impactos de bala de cazadores, aunque la cifra de estos últimos casos “ha bajado mucho en los últimos años”, ha detallado el jefe foral de Fauna y Flora.

¿Qué hacer cuando se encuentra un animal salvaje herido?

A pesar de que la ciudadanía puede llevar especies heridas a Basabizi dentro del horario de apertura, desde la Diputación aconsejan seguir el protocolo de cuidados. “Es importante que una persona que encuentre un animal herido en el monte, en primer lugar no lo manipule”, ha insistido Olano, sino que “llame al teléfono” habilitado por el ente foral para este fin, el 943 000 420; los trabajadores se personarán. “La implicación ciudadana es absolutamente fundamental”, ha subrayado.