Una de las entidades sociales que participó en el acto de ayer fue Emaús, cuya responsable del Área de Inclusión, Iune Polo, mostró su preocupación por la situación. “Estamos viendo que se están poniendo un montón de recursos en marcha, pero aún así, hay muchas personas que, estando en situación de calle, no llegan a la puerta de Servicios Sociales, que es la vía principal de acceso a ese derecho subjetivo”. Así las cosas, no queda otra que buscar una nueva fórmula “para llegar a esas personas” y comprobar “si los servicios y las prestaciones que estamos poniendo en marcha cubren las necesidades que tienen esas personas y cómo podemos apoyar esos procesos”. Lamenta el hecho de que “estamos acostumbrados a tener unos procesos establecidos y el que no entre en ese proceso, se queda fuera”. Por eso aboga por un cambio en la manera de actuar: “Tendremos que flexibilizar muchas cosas para, aunque sea, apoyar en lo que podamos a las personas que estén dispuestas a que les apoyemos”.

Andoni Zulaika, de Zabalduz, una cooperativa que trabaja, sobre todo, con jóvenes y adolescentes en peligro de exclusión, sostiene que “lo importante es seguir dando juntos una respuesta a las necesidades sociales de Gipuzkoa y continuar apostando por hacer del nuestro, el territorio de menor desigualdad”.