El Consejo de Ministros ha aprobado este martes una actualización de la normativa para la prevención y el control de la legionella que obliga a elaborar planes específicos en todos aquellos edificios donde haya riesgo de convertirse en foco.

Según informa el Ministerio de Sanidad en un comunicado, el real decreto actualiza la normativa existente en materia de prevención y control de la legionelosis en el Estado aprobado en 2003 para conseguir un mayor control de las instalaciones o equipos susceptibles de convertirse en focos de exposición humana a la bacteria.

La norma regula las responsabilidades de los titulares de las instalaciones, tanto de las torres de refrigeración y condensadores evaporativos como de las empresas de servicios que se encarguen de operaciones de prevención y control de legionella en las instalaciones a su cargo.

El real decreto también establece los procedimientos para la toma de muestras, su transporte y posterior análisis, así como los requisitos que deberán cumplir los laboratorios, que tendrán dos años para acreditar sus métodos de análisis.