La semana de octubre en la que el virus empezó a estar de nuevo en expansión en la CAV la realidad era más bien otra: 653 positivos durante toda la semana detectados en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, y las tasas de incidencia de los tres territorios oscilaban entre los 46 y los 65 casos por 100.000 habitantes. Con 48 hospitalizados en planta y 29 en las UCI. Pero aquellos días la primera luz roja ya empezaba a parpadear.
El número reproductivo básico empezó a avisar
La tasa de reproducción básica es uno de los primeros centinela en una pandemia. La lectura de ningún dato puede ser absoluta y definitiva, menos cuando esa lectura conlleva tomar decisiones, pero la pandemia está en expansión en la CAV desde el 13 de octubre, cuando el foco estaba en las UCI y las plantas de los hospitales que se vaciaban. La realidad en la calle ya empezaba a ser otra: son más de dos meses consecutivos en los que una persona con COVID-19 contagia de media a más de otra persona.
Los últimos datos son halagüeños, sobre todo en Gipuzkoa (0,99), aunque la cautela es máxima, tanto por la Navidad como por el precedente: días atrás la tasa guipuzcoana se había situado en 1,01 y volvió a repuntar. En la CAV, la cifra está bajando, aunque las tasas más elevadas de Bizkaia (1,29) y Araba (1,13) no permiten que el conjunto descienda más de 1,13.
Estos dos meses con una tasa por encima de 1 vinieron precedidos de un indicador por debajo de esa cifra durante mucho tiempo. En concreto, desde finales de julio, cuando el número básico de reproducción del virus en la CAV se situó en 0,99 el 28 de julio y siguió por debajo de uno hasta el 8 de octubre.
En otras palabras, eso era una pandemia en remisión. Estas cifras centinela tienen días después su impacto en el número de casos registrados y en la incidencia acumulada, y su repercusión en la Atención Primaria. Semanas después, el impacto llega a los hospitales, a las UCI y a los fallecidos. La pandemia y sus olas sucesivas han dejado conocer su manera de funcionar a quien ha querido atender y aprender.
Casos e incidencia: presión para la Atención Primaria
Después del número reproductivo básico, la pandemia se deja notar en los casos y la incidencia. Si la semana que el coronavirus empezó a estar de nuevo en expansión (entre el 4 y el 10 de octubre) el número de positivos era de 653 positivos en total, once semanas después la cifra se ha multiplicado por 22: 14.928 positivos en el conjunto de la CAV. Por semanas, así ha sido la evolución del número de positivos registrados, con la consiguiente presión a la Atención Primaria, a la que le resulta imposible en la práctica rastrear y gestionar más de 2.000 positivos diarios, como advirtió el jefe de la UCI del Hospital Universitario Donostia, Felix Zubia: "A un ritmo de 2.000 casos cada día, es imposible que la Atención Primaria haga seguimiento de todos. No hay sistema que aguante ese ritmo".
- 4-10 de octubre: 653.
- 11-17 de octubre: 747 (114% respecto a la semana anterior).
- 18-24 de octubre: 927 (124%).
- 25-31 de octubre: 979 (105%).
- 1-7 de noviembre: 1.424 (145%).
- 8-14 de noviembre: 2.576 (180%).
- 15-21 de noviembre: 4.038 (156%).
- 22-28 de noviembre: 6.335 (156%).
- 29 de noviembre-5 de diciembre: 9.608 (151%).
- 6-12 de diciembre: 11.010 (114%).
- 13-19 de diciembre: 14.928 (135%).
La tasa de incidencia, cualquiera lo puede suponer, también se multiplica, aunque con un pequeño retardo interno con respecto a los positivos diarios. En este caso, por 21: de 56,5 casos por 100.000 habitantes que se habían registrado en las dos semanas previas al 11 de octubre a 1.179,15 positivos de este lunes.
- 4-10 de octubre: 56,6.
- 11-17 de octubre: 63,64 (112% respecto a la semana anterior).
- 18-24 de octubre: 76,1 (119%).
- 25-31 de octubre: 86,65 (113%).
- 1-7 de noviembre: 109,24 (126%).
- 8-14 de noviembre: 181,84 (166%).
- 15-21 de noviembre: 300,68 (165%).
- 22-28 de noviembre: 471,56 (156%).
- 29 de noviembre-5 de diciembre: 724,78 (153%).
- 6-12 de diciembre: 937,3 (129%).
- 13-19 de diciembre: 1.179,15 (125%).
Gipuzkoa registró el 12 de octubre su tasa de incidencia más baja reciente: 64,4 casos por 100.000 habitantes en dos semanas. A partir de ahí, ha encadenado 66 días de ascenso consecutivo hasta los 1.567 del pasado viernes. Al descenso del sábado (1.565 positivos) le ha seguido un pequeño ascenso el domingo (1.570), que marca la cifra más alta de toda la pandemia en el territorio histórico.
Semana a semana, el ritmo del ascenso ha sido desigual, pero al alza sin parar, con la consiguiente presión contra el sistema de Atención Primaria. Al lento crecimiento inicial, como suele ser habitual, le siguieron semanas de crecimiento medio del 8% diario, como la semana del 8 al 14 de noviembre.
- 4-10 de octubre: -0,6% de crecimiento diario.
- 11-17 de octubre: 1,5%.
- 18-24 de octubre: 3,5%.
- 25-31 de octubre: 3,2%.
- 1-7 de noviembre: 6%.
- 8-14 de noviembre: 8,5%.
- 15-21 de noviembre: 7,4%.
- 22-28 de noviembre: 6,8%.
- 29 de noviembre-5 de diciembre: 5,5%.
- 6-12 de diciembre: 2,8%.
- 13-19 de diciembre: 1,3%.
Las próximas dos semanas indicarán si esta caída del ritmo de crecimiento en Gipuzkoa se convertirá en descenso de la tasa de incidencia (la incidencia a siete días lleva tres días de descenso) o si dicho indicador mantiene su crecimiento. Aun así, las fechas navideñas suponen un factor de incertidumbre en esta evolución.
Hospitales y tanatorios: última estación
Virus en expansión, crecimiento de casos y de tasa de incidencia, y, en última instancia, la situación hospitalaria. En el boletín del 11 de octubre, que recoge la semana anterior, había 48 personas hospitalizadas en planta y 29 en las UCI vascas, cifra esta última que bajaría dos semanas después (18-24 de octubre) a 24 personas. De ahí, hacia arriba hasta los números actuales: 324 personas ingresadas en planta y 105 en la UCI.
Una de las grandes diferencias con respecto a las olas anteriores es la vacunación. Osakidetza ya extiende la vacuna pediátrica entre los jóvenes de 5 a 11 años, e insta al mismo tiempo a los mayores de 55 años a acudir cuanto antes a que les inoculen la tercera dosis (la incidencia en mayores de 80 años, con un 91% con dosis de refuerzo, vuelve a bajar). El mensaje que se deduce de los cuadros más complicados que acaban en la UCI es claro: dos tercios de los ingresados en la unidad en el Hospital Donostia no están vacunados. El 8% de la población vasca mayor de 12 años supone entre el 60% y el 70% de los ingresos por COVID-19 en la UCI.
Es el gran cambio que ha facilitado la ciencia en el último año: Bernardina Escudero fue la primera guipuzcoana en recibir el pasado 27 de diciembre la vacuna en Hondarribia. Tras la de Pfizer han llegado dosis de Moderna, Astrazeneca y Janssen, y han cambiado por completo el panorama que podría haber en las residencias de mayores que tanto sufrieron en el primer semestre de la pandemia, y en los hospitales, en carácter general.
La realidad, sin embargo, es tozuda y las matemáticas, también, con lo que conviene tomar con cautela los próximos días en los que la variante ómicron ya está presente en Euskadi: pese a que las vacunas aligeren los cuadros más graves, si el ritmo y el número total de contagios es mayor (casi 15.000 personas diagnosticadas la semana pasada), hay más enfermos que requerirán, en primer lugar, de la ayuda de la Atención Primaria; después, algunos de ellos, de atención hospitalaria; y la minoría de ellos, de las UCI. Aún queda.