DONOSTIA - Osakidetza ha puesto en marcha una campaña que tiene como objetivo mejorar la atención de la bronquiolitis aguda en la población infantil y evitar el empleo de fármacos innecesarios.

Dicha campaña pretende, además, avanzar en la unificación de la actuación del personal sanitario ante dicha patología a la par que, como señaló la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Nekane Murga, se “promueve el empoderamiento de padres y madres”, facilitando que vayan de la mano de los profesionales de la salud en la prevención y tratamiento de una enfermedad que, anualmente, toma carácter de epidemia de mayor o menor virulencia.

La activación de estas pautas, que ya se han probado de forma previa en algunos centros de salud de Bizkaia, lograron como resultado reducir en un 50% el empleo de los fármacos innecesarios.

De la bronquiolitis, su prevención y tratamiento saben mucho Cristina Calvo, jefa de sección de Urgencias e Intensivos de Pediatría del Hospital Donostia, y Maite Callen, pediatra de Atención Primaria en el Centro de Salud de Bidebieta, en Donostia.

¿Qué es la bronquiolitis?

-Cristina Calvo: Una infección respiratoria por virus que se da en niños menores de dos años y que afecta a los bronquios pequeños de los pulmones. El virus más frecuentemente implicado es el Virus Respiratoria Sincintial (VRS), que se presenta en forma de epidemia entre octubre y marzo.

¿Es una patología leve o puede complicarse o cronificarse?

-Maite Callen: Algunos niños, después de haber tenido una bronquiolitis, y especialmente el año posterior, cuando se vuelven a resfriar puede volver a tener sibilancias y dificultad respiratoria. Si estos episodios son frecuentes o graves, se instaura un tratamiento.

¿Hay niños más proclives que otros a padecer bronquiolitis?

-M.C: Hay factores de riesgo que hacen que una bronquiolitis pueda ser más grave y precisar tratamiento en el hospital. La edad es muy importante. Los lactantes menores de tres meses y los que nacieron prematuros, así como los bebés con problemas de corazón o de pulmón o los que tienen déficits inmunológicos (alteración en las defensas frente a las infecciones), pueden tener una bronquiolitis grave o que evolucione peor. Los niños alimentados al pecho durante cuatro meses o más, suelen tener bronquiolitis más leves.

C.C: El primer año puede quedar el bronquio un poco inflamado y si tienen antecedentes familiares de alergia o asma pueden tener cuadros recurrentes esos primeros dos años, pero no pasa en todos los niños.

¿Qué síntomas produce?

-C.C: Suele empezar con tos y mocos, como un catarro normal. Puede generar fiebre. Al cabo de dos o cuatro días aparece la dificultad para respirar que se nota porque el niño respira más deprisa y le cuesta comer. En ocasiones se oyen ruidos como pitidos y se le marcan las costillas, se le hunde el pecho o se mueve la tripa al respirar.

M.C: La mayoría de las que vemos son bronquiolitis leves. Para acudir a consulta, además de los casos anteriores, también hay que responder cuando hacen pausas respiratorias, que puede ocurrir en los muy pequeños. Pero normalmente es una enfermedad en la que en siete o diez días los síntomas más importantes desaparecen, pero la tos se puede prolongar casi un mes.

¿Es contagiosa?

-M.C: Sí, a través de las secreciones respiratorias, mucosidad o gotitas de saliva de la persona infectada. También a través de las manos contaminadas con estas secreciones. Se propaga fácilmente en el seno de la familia y en las guarderías.

¿Cómo se puede prevenir?

-C.C: Se recomienda el lavado de manos y evitar el contacto de los niños pequeños con personas que padezcan resfriados y catarros, dado que el VRS y otros virus respiratorios pueden manifestarse con estos síntomas entre niños mayores y adultos. Debe evitarse estrictamente el humo del tabaco, ya que puede empeorar los síntomas del niño. También se debe evitar llevar al niño a la guardería si ya se le ha diagnosticado bronquiolitis. En la época epidémica hay que tratar que los niños más pequeños, si hay algún hermano o adulto con cuadro respiratorio, no estén cerca.

¿Cómo se trata?

-C.C: En la actualidad no existe un tratamiento que cure la bronquiolitis. La enfermedad suele mejorar en dos semanas y prolongarse la tos. La mayoría de los niños tendrán un proceso leve que ayudaremos a superar con medidas generales como lavados nasales, tomas fraccionadas, posición semi incorporada o antitérmicos si hay fiebre. En los casos de mayor gravedad, sobre todo en los niños más pequeños, con enfermedades crónicas o prematuros, se aconseja consultar al pediatra para que valore la situación. En algunos casos puede llegar a ser necesario el ingreso hospitalario para controlar la respiración y la alimentación. Si se ingresa se les puede dar, si la necesitan, oxígenoterapia. Los fármacos no son eficaces.

-M.C: Suele empezar como cuadro catarral y a partir del segundo día pueden aparecer los síntomas que evidencian que hay afectación del bronquio pequeño y dificultades respiratorias. Cuando hay estos signos, hay que ir al centro de salud.

Entre los niños más pequeños parece que la bronquiolitis es pan nuestro de cada día pero, ¿realmente a cuántos niños afecta?

-C.C: Es la causa más frecuente de ingreso en menores de 14 años. Durante la epidemia entre octubre de 2014 y marzo de 2015 fueron más de 300.000 el número de consultas por bronquiolitis aguda en Urgencias de Pediatría del Estado. La temporada pasada, entre esos mismos meses, la bronquiolitis generó más de 1.000 consultas en atención primaria de Donostialdea y Tolosaldea y más de 500 visitas de Urgencias de Pediatría. El 34% de los pacientes que acudieron por este motivo a Urgencias ingresaron en el Hospital Donostia. Son pacientes que generan mucha consulta en los centros de salud y Urgencias, pero pocos los que ingresan. Pese a todo, es importante por su presión asistencial.

-M.C: Es que las consultas se concentran, sobre todo, en noviembre y diciembre y se repiten. Son niños muy pequeños y el diagnóstico y la atención lleva más rato.

¿Hasta qué edad se puede padecer la bronquiolitis?

-C.C: Como tal, hasta los dos años. El virus que provoca la bronquiolitis puede afectar a otra franja de edad pero no genera bronquiolitis. Niños mayores o adultos podemos tener un catarro y el virus y pasarlo al niño pequeño que sí lo desarrollaría. En los mayores pasa como un cuadro catarral común.

Como la gripe ¿hay epidemias?

-C.C: Sí, todos los años entre octubre y finales de marzo.¿Qué importancia tiene la campaña de la Ruta de la Bronquiolitis?

-C.C: Nos hemos coordinado a nivel de Hospital, de centros de salud y en toda la CAV para intentar no utilizar fármacos que sabemos que no funcionan. Por ejemplo el Salbutamol. el Ventolín, los antibióticos, los corticoides... Al final se iban dando tratamientos que no funcionaban y se está tratando de disminuir esos tratamientos no eficientes. Vamos a hacer una campaña desde el Hospital y los centros de salud, incluso una campaña preepidemia entre los pacientes sanos para prevenir contagios.

-M.C: Considerábamos que había mucho margen de mejora en el tratamiento de esta enfermedad. Primero para hablar todos de lo mismo cuando nos referimos a la bronquiolitis. Bronquiolitis es el primer episodio, luego ya no. Si el niño tiene más de dos años, tampoco hablaríamos de bronquiolitis, sino de bronquitis, asma u otras patologías. Además, no estábamos siguiendo las directrices de las últimas guías de práctica clínica: se seguía dando a un porcentaje de niños nada desdeñable los broncodilatadores. Queríamos uniformar el diagnóstico, el tratamiento y el mensaje que damos a las familias en todos los ámbitos sanitarios. Queremos aprovechar para formar a las familias, darles recursos y confianza para controlar la enfermedad. Esos recursos se recogen en www.esano.eus.

¿Por qué se daban estos tratamientos?

-C.C: A nosotros como profesionales nos cuesta mucho no dar nada y a los padres y madres les cuesta mucho no recibir nada en una enfermedad que asusta, porque los niños tienen dificultad para respirar. Pero está demostrado con las evidencias y las guías que esos medicamentos no funcionan, excepto en algunas ocasiones muy concretas.

-M.C: Hace años esos medicamentos se usaban porque se consideraba que eran eficaces, pero se ha demostrado con estudios clínicos que no los son, aunque cuesta cambiar las práctica. En eso estamos.