donostia - Minimizar las decisiones a tomar por los familiares una vez que uno haya fallecido será más sencillo en Gipuzkoa a partir del curso que viene. En la actualidad, la lista de espera para formalizar las voluntades anticipadas es de seis meses. Un plazo que se verá notablemente reducido gracias al nuevo decreto del Gobierno Vasco que permitirá a los médicos de cabecera ser inscriptores del documento. Las fechas de implantación de este servicio variarán según cada comarca.
En la actualidad, únicamente dos personas están autorizadas para formalizar las voluntades anticipadas en el territorio. Estos dos inscriptores son los encargados de rellenar los documentos que permiten a los guipuzcoanos dejar atadas las decisiones más complicadas sobre sus últimos días de vida.
Gracias a estas fichas, cada ciudadano puede establecer qué quiere que se haga con su cuerpo en el caso de que un accidente o una enfermedad le impida tomar la decisión. Así, cada guipuzcoano puede dejar en un testamento si quiere ser desconectado o no de una máquina de respiración artificial, o si prefiere fallecer sedado en caso de encontrarse en coma con estertores.
De no tener un testamento completado, son los familiares del enfermo quienes han de tomar estas duras decisiones.
Asimismo, en el documento también se pueden dejar fijados otros mensajes de tipo más social como si se desea que se celebre un funeral o no en su nombre, si se prefiere un enterramiento o una incineración, si se quieren donar los órganos a la ciencia y si se prefiere pasar los últimos días de vida en casa o en el hospital.
Con el objetivo de aumentar el número de inscriptores que pueden redactar estas decisiones, el Gobierno Vasco modificó el pasado mes de mayo el decreto de voluntades anticipadas. A partir de ese momento, y tras una formación previa, los médicos de cabecera tienen también la capacidad de formalizarlos.
Con anterioridad, la iniciativa ya había sido implantada en Araba de forma piloto con unos excelentes resultados, por lo que se extenderá a toda Euskadi entre este y el próximo año.
En Gipuzkoa, cada organización de Osakidetza marcará sus propios plazos de implantación, por lo que las fechas en las que los médicos de cabecera comiencen a formalizarlas variarán según cada una de las comarcas.
La pionera será Debagoiena, puesto que el Hospital de Mondragón mantiene una relación directa con el servicio de salud de Araba. Allí, de hecho, ya se ofrece el servicio, que será extensible al resto de la comarca a lo largo de este mismo año.
Ordizia y Legazpi ya lo han implantado, y los municipios de Azkoitia, Azpeitia, Lazkao y Zumarraga lo llevarán a cabo el próximo curso.
La misma situación se da en Tolosaldea, donde solo Tolosa ha dado el visto bueno a la iniciativa. El resto de localidades están pendientes de la formación de los médicos.
El nuevo hospital de subagudos que se está construyendo en Eibar será el primero en aplicarlo en Debabarrena, mientras que en Donostialdea, la comarca más complicada para su gestión por el número de centros de salud que tiene, lo irá adaptando poco a poco. No obstante, se espera que para final de año por lo menos tres unidades de la capital guipuzcoana ya lo tengan en marcha.
El resto de comarcas aún no tienen definida la formación de los especialistas, por lo que es pronto para conocer cuándo será su implantación.
nuevos inscriptores Además, los dos inscriptores actuales que se encuentran en la Delegación de Osakidetza en Gipuzkoa pasarán a once y se repartirán entre varios municipios del territorio.
A los de la sede en el barrio de Gros de Donostia, se le sumarán nuevos inscriptores en Irun, Errenteria, Azpeitia, Zumarraga, Eibar, Tolosa y Arrasate. Para este servicio, que comenzará en septiembre, ya se puede pedir cita previa a través del teléfono 943023006.
Osakidetza confía en que la lista de espera dentro de un año se hasta aligerado y esté adecuada a unos estándares más comprensibles. De ser así, se plantea incluso aumentar el número de inscriptores.
Últimas voluntades. Cada guipuzcoano puede dejar atado si desea ser desconectado de una máquina respiratoria y si prefiere fallecer sedado en caso de una grave enfermedad o un accidente que le impida decidir.
Mensajes sociales. También puede fijar si desea un funeral tras su muerte, si quiere ser enterrado o incinerado, si quiere donar sus órganos o si prefiere pasar sus últimos días en casa o en el hospital.
Debagoiena. Arrasate ha sido el primer muncipio guipuzcoano que ha adoptado la iniciativa. El resto de localidades lo irán haciendo progresivamente.
Goierri. Ordizia ha imitado la iniciativa de Arrasate, y sus profesionales también lo realizan. En Lazkao, se pondrá en marcha el próximo año.
Urola Erdia. En Azpeitia y Azkoitia se prevé el funcionamiento del servicio de cara al curso que viene.
Urola Garaia. Los médicos de cabecera de Legazpi ya lo llevan a cabo, mientras que en Zumarraga habrá que esperar un año.
Debabarrena. Se implantará tras la construcción del nuevo hospital de subagudos de Eibar.
Tolosaldea. En Tolosa ya está en funcionamiento y el resto de localidades están pendientes de la formación a los profesionales.
Donostialdea. Es la comarca más complicada para implantarlo, pero se espera que este mismo año tres centros de salud ya lo tengan.
Resto de comarcas. Las demás comarcas deben definir todavía la formación, por lo que aún se desconoce cuándo lo pondrán en marcha.