La de este sábado va a ser una jornada de sabor y tradición en Arrasate. La plaza Seber Altube será el escenario de una cita gastronómica en la que están en juego los títulos de mejores callos de Gipuzkoa y Debagoiena. “El evento tiene como objetivo poner en valor la elaboración artesanal de este producto tan nuestro”, destacan desde la Asociación guipuzcoana de carniceros, Ederto-Harakel, que está al frente de la organización con la colaboración del Ayuntamiento y la Agrupación Dendartean.
Una veintena de carnicerías y cinco establecimientos hosteleros demostrarán sus dotes culinarias en la preparación de este delicioso y potente plato, humilde en sus inicios, que ha ido evolucionando en los fogones para convertirse en un exquisito manjar.
La Tripaki Festa, que es como se ha bautizado a la jornada, acogerá, por un lado, el III Concurso de Callos de Gipuzkoa, dirigido a carnicerías del territorio, y, como novedad, se estrenará también un certamen a nivel comarcal en el que competirán bares y restaurantes.
Jurado experto
Las cazuelas se prepararán en los días previos, con mucho mimo y con tiempo. Pero no será hasta el sábado cuando de forma pública y a ciegas, sin conocer el autor o autora de cada receta, se dispongan a conquistar los paladares de un jurado experto, integrado por el crítico gastronómico Josema Azpeitia, las carniceras Mailu Odriozola y Belén Lobo, el cocinero arrasatearra Asier Antia, y el concejal Eñaut Arriaran.
En ambos certámenes se premiará a los primeros clasificados con trofeo y txapela.
Degustación popular
Además, desde las 18.00 horas, el público podrá degustar los callos en raciones que se servirán al precio de cinco euros, acompañadas de bebidas para aderezar la cata. Desde la organización invitan a acercarse a la plaza Seber Altube este 14 de junio para disfrutar de esta cita culinaria, que busca “reivindicar tanto el producto como el trabajo de los y las profesionales que mantienen viva y presente esta receta en nuestras mesas”.
Los callos son más que un simple plato elaborado con casquería. Es un guiso con historia, que transforma ingredientes humildes en auténticas delicias, que serán las reinas de la fiesta en Arrasate.
