madrid ? El director bosnio Danis Tanovic, ganador de un Óscar por En tierra de nadie, vuelve a reflexionar sobre el pasado y el presente de su país en Hotel Europa, una película con la que lanza una llamada a sus compatriotas a superar las divisiones étnicas y empezar a debatir “sobre lo que realmente importa”.
“Cuando de joven leí 1984 de George Orwell me daba miedo, pero nuestra realidad actual da más miedo aún”, ha asegurado Tanovic (Zenica, Bosnia, 1969) en una entrevista con Efe en la que ha insistido en que “cada generación debe librar sus propias batallas”. “Mi generación o la de mis padres estaríamos ahora mismo en la calle defendiendo nuestros derechos, mientras que los jóvenes hoy parecen estar al margen, solo chatean; pero darle al Me gusta a la revolución en Facebook no va a cambiar nada”, ha asegurado.
Ese salto generacional queda patente en dos de los personajes de su película, una adaptación libre de la obra de teatro homónima de Bernard-Neri Lévy. El texto original era un monólogo de un hombre que ensaya un discurso para pronunciarlo en Sarajevo en la conmemoración del centenario del asesinato del archiduque Francisco Fernando por los disparos del nacionalista serbio Gavrilo Princip, el suceso último que desencadenó la Primera Guerra Mundial.
El monólogo sucede en la habitación de un hotel y Tanovic empezó a construir toda una galería de personajes alrededor, que se mueven por todo el edificio. Los trabajadores llevan dos meses sin cobrar su jornal y preparan una huelga, mientras que en la azotea una periodista graba un programa especial por el centenario, con entrevistas a especialistas.
“El problema de Bosnia es que está dividida étnicamente y es difícil que gente con ideas tan diferentes se ponga de acuerdo. Luego estamos los agnósticos, que defendemos que la religión no debe anteponerse al humanismo”, señala el director de La mujer del chatarrero (2013).
En este sentido, Tanovic emplaza a sus compatriotas a dejar de lado las discusiones “a gritos” sobre si Gavrilo Princip era un terrorista o un héroe y pasar página. “Nunca nos pondremos de acuerdo”, advierte, “pero mientras tanto estamos dejando de lado los problemas reales: la educación, el empleo o por qué el año pasado 80.000 bosnios se fueron del país; es mucho para un país de 3,5 millones de habitantes”.
Aunque Tanovic y su película hablan de Bosnia, las reflexiones son extensibles al resto del mundo actual, en un momento de especial auge de los nacionalismos. “Por desgracia no aprendemos las lecciones de la Historia. Cuando alguien como Trump es elegido te preguntas: ¿es esto la cúspide de la pirámide de la sociedad americana?, ¿esto es a lo que han llegado después de tipos como Kennedy, Lincoln y todos esos hombres increíbles que construyeron ese país?”, se pregunta.
Partido político
lll En 2008 Tanovic fundó un partido político, Nasa Stranka, y fue diputado dos años. Aunque sigue implicado en él, abandonó la primera fila para irse a India a rodar Tigers (2014). “La idea era abordar los problemas actuales de Bosnia y dar espacio a la gente joven. Va a ser duro, seamos honestos, venimos de la guerra, pero hay que hacer el camino”, afirma el cineasta.