donostia - Adoptar a un menor que se encuentre en buenas condiciones de salud y que no haya rebasado los siete años es, hoy por hoy, tarea imposible. Esta es una de las principales razones por las cuales las adopciones internacionales se han desplomando en Gipuzkoa, nada menos que un 90% durante la última década. Las familias desean tener hijos sanos y fuertes, pero estos no llegan. La espera se eterniza y todo el proceso acaba yendo al traste después de varios años en los que cunde el desánimo.

El año pasado tan solo se registraron once solicitudes, muy lejos de las 210 computadas en 2006, según los datos facilitados por la Diputación Foral de Gipuzkoa. Si hace una década se consumaron 113 procedimientos, durante el año que acaba de cerrarse se han registrado tan solo seis. Patxi Aguiriano, jefe de Servicio de Protección a la Infancia y a la Adolescencia, lo dice bien claro: “Si alguna familia quiere un bebé en perfecto estado de salud, es prácticamente inviable”.

Para encontrar una explicación a este cambio de tendencia tan radical hay que tener en cuenta el carácter subsidiario de la adopción. Es decir, se trata de una medida que solo se toma una vez que se ha constatado la imposibilidad de encontrar una solución para el menor en el país de origen. Y a este respecto, se da la circunstancia de que han mejorado las condiciones sociales y económicas de algunos de los países de donde procedían las adopciones. “Esto ha permitido que se ofrezcan cada vez más familias del propio lugar de origen y, al igual que las de aquí, prefieren mayoritariamente niños y niñas más jóvenes y sanas”, corrobora José Mari Lezana, responsable de acogimiento familiar y adopción de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Las familias guipuzcoanas han aguardado con paciencia hasta que han acabado por arrojar la toalla. Estos procesos han caído a mínimos históricos, en las antípodas del boom registrado a partir de 1995 con adopciones de países como China (379 durante la última década); Rusia (242), Ucrania (140), Colombia (102) y Etiopía, con 73 solicitudes consumadas.

Cambio de mentalidad Las dificultades que se están encontrando las familias guipuzcoanas durante los últimos años han acabado por operar un cambio de mentalidad. De tal manera que si bien antes buscaban de manera prioritaria niños y niñas de menos de dos años, ahora se está ampliando el rango de edad, aunque ponen sus límites puesto que casi nadie está dispuesto a incorporar a la familia aquellos de edad igual o superior a siete años.

La Diputación ha constatado que “últimamente, aunque todavía son una minoría”, hay familias que dan un paso adelante y se ofrecen para adoptar a menores de edad con algún tipo de necesidad especial. “En esos casos, en unos meses puede estar hecha la entrega”, asegura Aguiriano. Son varios los países que lo garantizan, como China, Vietnam, Colombia o Filipinas.

Las familias demandan que los posibles problemas de salud de sus hijos adoptivos sean recuperables, como puede ser el caso de las patologías cardíacas leves, labio leporino o alguna cicatriz importante.

la historia se repite Esta misma demanda fue la que provocó que las adopciones internacionales se dispararan en Gipuzkoa a partir de mediados de los 90. Por aquel entonces, gran parte de los menores adoptables del Estado eran niños mayores, grupos de hermanos o menores con deficiencias físicas o psíquicas.

De ahí que comenzara a dirigirse la mirada a países extranjeros, primero América Latina, luego Europa del Este, más tarde Asia y en la actualidad África.

Dos décadas después, Gipuzkoa está viviendo una situación similar: hay muchas familias que quieren adoptar, y pocos niños adoptables en el extranjero. “Si somos sinceros, hay muchas personas dispuestas. Pero si no pueden optar a ello en la adopción nacional, tampoco van a encontrar lo que buscan en el extranjero”, advierte el Ejecutivo foral.

“Es una realidad que tenemos que asumir para no presionar a los países de origen con el envío masivo de familias deseosas de adoptar a un tipo concreto de niño o niña, porque -añade el responsable de acogimiento familiar- corremos el riesgo de inducir a que se busquen a esos menores”.

Se trata de un problema de ajuste entre demanda y oferta que genera un dilema ético. La Diputación entiende que ese desequilibrio puede generar frustración, y una pérdida de recursos tanto para las arcas públicas como para las propias familias que, en muchos casos, hacen un importante gasto económico y emocional sabiendo que es casi imposible lo que desean.

84 familias en lista de espera La Diputación Foral de Gipuzkoa tiene además en lista de espera a 84 familias para adopción nacional. Aguardan acoger en sus casas a niños y niñas tuteladas por el Ejecutivo foral o por otra entidad de protección infantil. La espera de las familias que más tiempo llevan en la lista se remonta a 2009. Han solicitado una adopción de que no sea de necesidades especiales.

Todas aquellas que han dado su consentimiento para incluir a este tipo de chavales en el seno familiar ya han sido valoradas. No obstante, según precisan desde la Diputación, “en este momento no hay en Gipuzkoa ninguna persona menor de edad para adopción. Son las familias las que esperan la llegada de los niños y niñas, y no al contrario”.

En otras comunidades del Estado sí que hay menores aguardando el calor de una familia.

Durante el año pasado la Diputación recibió unas 20 solicitudes de colaboración en la búsqueda de familias adoptivas, sobre todo para menores con necesidades especiales, y no siempre se ha encontrado una familia dispuesta.

Muy excepcionalmente, “hemos trabado contacto con familias que se ofrecen para adoptar a niños y niñas de más de nueve o diez años, o con problemas de salud o discapacidad”, según indica el responsable de acogimiento familiar y adopción de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Las familias que se ofrecen para asignaciones tan especiales no tardan en recibir una asignación. Han sido ocho en Gipuzkoa durante 2016, cinco del territorio y el resto de otras comunidades.

motivos del cierre de la recepción de solicitudes.

Malí: conflicto armado.

Etiopía: demasiados expedientes de adopción en el país, presión sobre el país de origen, alargamiento de los plazos para formalizar adopciones y temor a que no se respeten las garantías necesarias en los procesos de adopción.

Nepal: irregularidades en los procesos de adopción.

Ucrania: llevaba tiempo anunciando que solo tenía niños y niñas de necesidades especiales para adopción internacional. Finalmente se ha cerrado por irregularidades en la tramitación.

Kazajstán: se cerró por irregularidades en la tramitación. Se levantó la suspensión después de que ratificaran el Convenio de la Haya y se estableció como condición la obligatoriedad de tramitar mediante ECAI.

Vietnam: demasiados expedientes en el país. En este momento solo admite nuevos expedientes si las personas solicitantes se ofrecen para la adopción de niños y niñas de necesidades especiales.

Filipinas: el procedimiento era adecuado pero las autoridades filipinas no quieren que los tiempos de espera se alarguen tanto. Están resolviendo los expedientes que tienen ya en el país.

¿De qué países han llegado más menores a Gipuzkoa?

Bulgaria: en estos 20 años han venido a Gipuzkoa 59 niños y niñas de este país. Ahora mismo es un país al que se puede presentar un expediente de adopción. El perfil de los niños y niñas adoptables es: mayores de 5 años o con necesidades especiales de salud y, sobre todo, grupos de hermanos.

Colombia: han venido 102 niños y niñas. En este momento no admite nuevos expedientes salvo para adopciones de necesidades especiales o de personas colombianas residentes en el extranjero.

China: han llegado 379 niños y niñas. En este momento está cerrado salvo para necesidades especiales (que ellos llaman pasaje verde) y están asignando a familias cuyos expedientes llegaron a China en enero de 2007 (es decir, plazo de espera actual 9 años).

Etiopía: han venido 73 niños y niñas. Está suspendida la tramitación de nuevos expedientes desde 2012 (saturación y falta de garantías).

Rumania: llegaron 62 niños y niñas pero está cerrado desde 2001.

Rusia: han llegado 242 niños y niñas. Las familias deben saber que los niños y niñas sólo pueden ser adoptadas a partir de los 14 meses de edad porque previamente deben figurar inscritos en varios registros para verificar que no existe posibilidad de colocarle en una familia rusa respetando así el principio de subsidiariedad.

Ucrania: han venido a Gipuzkoa 140 niños y niñas de este país. En este momento está cerrado.

¿A qué países se puede optar actualmente?

Rusia o Kazajstan: con los riesgos inherentes a los países del este (alto coste económico, incertidumbre en cuanto a la salud de las personas adoptables, necesidad de realizar varios viajes al país).

Bulgaria o Hungría: si se aceptan niños o niñas de más de cinco años, o grupos de varios hermanos o hermanas, o necesidades especiales de salud.

Colombia, Vietnam y China: solo para necesidades especiales.

India: en 2015 han aprobado nuevas directrices de adopción y se han comenzado a remitir algunos expedientes después de muchos años de casi ningún movimiento. Para niños y niñas de corta edad se alargan mucho los tiempos. Más viable para edades superiores a cinco años. Todavía no se ha constituido ninguna adopción, por lo que no se sabe si realmente resultará una opción viable.