En estos momentos el grupo cuenta con dos empresas. Por un lado, Endaia Okindegia, centrada en la elaboración del pan, y por otro lado, Illargui, que lleva a cabo pan rallado enfocado a la internalización. Por lo tanto, Illargui cuenta con dos ramas de actuación diferenciadas, divididas en dos plantas, una en Urretxu y otra en Agurain (Araba), esta última centrada únicamente en la elaboración del pan rallado.

La planta de Urretxu cuenta con 7.500 m2 de modernas instalaciones que permiten activar a la población local, generando trabajo en la comarca bajo la línea Endaia Okindegia y creando así pan de la zona para las propias personas de allí. El por y para la comarca es una de las insignias básicas de la empresa, unida a la apuesta constante por lo tradicional. Endaia Okindegia lleva años haciendo panes naturales, sanos y sin aditivos que destacan por su gran calidad.

Los cereales y leguminosas ocupan la segunda posición en la pirámide nutricional, justo después del agua, lo que convierte al pan en una de las piezas clave de la alimentación básica. Para llegar a todos los públicos, la línea cuenta con una gran variedad de panes tanto ecológicos como no ecológicos, de harina de trigo blanco e integral, panes de cereales (espelta, centeno, avena, kamut, soja o maíz), con frutos secos y panes de legumbres. Además, se ofrecen hogazas y panes largos como chapatas o pan de molde.

Endaia lleva a cabo su producción de pan de manera tradicional, formándolos casi siempre a mano. La fermentación se realiza a temperaturas muy suaves y en las mejores condiciones, puesto que la levadura se nutre de los azúcares de la harina durante la fermentación, lo que produce una reacción extraordinaria.

Las harinas son siempre 100% naturales, sin ningún tipo de aditivo ni conservante, mientras que la levadura se usa siempre fresca y en muy poca cantidad. La importancia de compartir estos pilares fundamentales de Endaia Okindegia se reflejan también en los agricultores y harineras con los que colaboran. Todos ellos muestran un mismo espíritu por el respeto a la tierra, al pan y a la calidad del producto.

Por último, la sal tiene suma importancia en el proceso, usando solamente sal ecológica, sin aditivos ni procesos industriales que deterioren su calidad.

La importancia de lo tradicional para la panificadora también se aprecia en su propio nombre. Endaia hace referencia en euskera a la pala de madera para el horno usada en la elaboración artesanal del pan. Un símbolo, hoy en día, para la propia Endaia Okindegia y su respeto por lo natural.

La planta de Urretxu está equipada con un obrador de panadería donde conviven la maquinaria más tradicional y la tecnología más moderna. Asimismo, Endaia Okindegia cuenta con una amplia red comercial compuesta por unas quince tiendas ubicadas en la comarca (Urretxu, Zumarraga y Legazpi) y una en Beasain.