CaixaBank, a través de MicroBank, y Edinor, filial de Repsol, han impulsado la creación de hasta nueve comunidades energéticas locales (CEL) en Gipuzkoa en el marco de un proyecto que arrancó en 2021 en Zumarraga como una "nueva forma de colaboración entre personas, empresas y administraciones, que deciden unirse para generar y compartir energía renovable de forma colectiva".
Según explica la entidad bancaria en una nota de prensa, se instalaron en la localidad guipuzcoana 350 placas solares sobre una superficie de 1.100 m² mediante el apoyo de MicroBank y el Fondo Europeo de Inversiones. Un año después, esta comunidad energética ya contaba con una potencia solar instalada de 160 kWp, suficiente para abastecer a 180 hogares y pequeños comercios. Además del impacto ambiental que genera evitar 675 toneladas de CO₂ al año, los socios, a día de hoy, disfrutan de un ahorro medio del 30% en sus facturas de la luz.
A través de la instalación de paneles solares en los tejados de edificios públicos o privados, reparten la energía vía autoconsumo entre quienes forman parte de la comunidad y viven o trabajan en la zona. Este modelo permite que los ciudadanos pasen de ser solo consumidores, a convertirse también en productores de su propia energía limpia y de proximidad. Es una forma de avanzar hacia una transición energética más justa, sostenible y cercana.
Además, prosigue la nota de prensa, "las CEL tienen un impacto local muy positivo, ya que ayudan a luchar contra la pobreza energética al reducir la factura de la luz, al mismo tiempo disminuyen las emisiones de CO₂ al generar energía solar y están pensadas para que también puedan participar familias en situación de vulnerabilidad. A la vez, fortalecen los lazos entre vecinos y crean oportunidades de empleo local".
Más proyectos después de Zumarraga
Esta colaboración entre CaixaBank, MicroBank y Edinor une "dos fortalezas clave": por un lado, la experiencia técnica y el modelo de CEL desarrollado por Edinor, filial de Repsol especializada en comunidades energéticas, y por otro lado, la capacidad financiera del Grupo CaixaBank, a su vez apoyado por el Fondo Europeo de Inversiones (FEI) a través de los diferentes programas de garantías, claves para el éxito del proyecto.
Después del proyecto de Zumarraga, han llegado otras 12 comunidades energéticas que se han repartido por Gipuzkoa y Bizkaia. Concretamente, en el caso guipuzcoano, Donostia (situadas en Garbera y Berio), Eibar, Urnieta, Andoain, Lasarte-Oria, Berrobi o Larraul cuentan ya con sus CEL.
Mientras que en Bizkaia, Gernika, Barakaldo, Zierbena y Somorrostro también cuentan con ellas. En total, más de 3.000 hogares y comercios vascos se benefician de este proyecto en el que se han destinado ya más de 3 millones de euros en financiación.
Electricidad renovable para 20.000 hogares y comercios
Además de en la Comunidad Foral de Nafarroa, a nivel estatal se han sumado proyectos territoriales en Sevilla, Segovia, Almería, Badajoz, La Rioja o Tarragona, llegando ya a 20 comunidades energéticas en marcha. En total, se han movilizado más de 18,5 millones de euros, principalmente a través de MicroBank, el banco social de CaixaBank.
Cuando todos los proyectos estén en marcha, la potencia total instalada alcanzará los 13.089 kW, lo que permitirá suministrar electricidad renovable a más de 20.000 hogares y comercios. Esta producción evitará la emisión de 81.847 toneladas de CO₂ al año, una cantidad comparable a la que capturarían más de 327.000 árboles durante 25 años, que es una superficie equivalente aproximada a 460 campos de fútbol.
"Modelo de colaboración público-privada"
CaixaBank, a través de su banco social MicroBank, explica que "juega un papel fundamental en facilitar el acceso a las comunidades energéticas locales (CEL). Gracias a su apoyo financiero, muchas familias y pequeños negocios pueden ser partícipes en estas comunidades sin que el coste sea un obstáculo".
A través de este "modelo innovador, de colaboración público-privada, los ayuntamientos y sus vecinos crean una asociación" en la que cada consistorio aporta sus tejados para la instalación de las placas solares y "son los vecinos y comercios los que se benefician de la energía producida a través del autoconsumo compartido". De esta manera, se alcanza "un ahorro en su factura y pasando a formar parte del cambio generando energías más sostenibles. Esto no hubiera sido posible mediante financiación tradicional, ya que se trata de una asociación de nueva creación, con un proyecto nuevo y sin más garantía ni solvencia".