donostia - Dos de cada diez estudiantes que hicieron la Selectividad en junio suspendieron el examen de Lengua castellana y literatura, según el informe Resultados de las Pruebas de Acceso a la Universidad 2015 realizado por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) al que ha tenido acceso este periódico. En concreto, el 20,6% de los jóvenes vascos (17 y 18 años) que ahora están en la universidad no pudo superar el comentario de texto. En la edición de este año había que analizar un artículo de la periodista Enma Rodríguez sobre los selfies. Lengua y literatura castellana es de las pocas materias que no se pueden esquivar, independientemente de la carrera, ya que mide, entre otras cosas, la comprensión lectora, la riqueza léxica del estudiante o su capacidad para realizar una lectura crítica de un texto.
Pese al elevado número de suspensos en una materia capital como esta (más de 2.000), los resultados globales en Lengua castellana subieron ligeramente respecto al año anterior hasta alcanzar una nota media de 6,08. Un Bien. El alumnado de la rama de castellano y de colegios concertados tuvo el mejor rendimiento, aunque por centésimas. Por sexo, las chicas sacaron mejor nota: un 6,3, frente a 5,8 de los chicos.
Uno de los aspectos destacables de la prueba de acceso a los estudios de grado de este año es que se ha producido una mejoría generalizada ya que hubo un aprobado general y se elevó ligeramente la nota media. El 98,4% de los 9.493 estudiantes superó la prueba sin dificultades. Solo suspendieron 161 jóvenes. Según el informe, la media en la Selectividad 2015 fue de 6,7, lo que hizo que la nota ponderada con Bachillerato llegase al notable (7,2). Los resultados fueron bastante homogéneos, pero el alumnado de la red pública se comportó algo mejor, igual que las chicas y quienes realizaron los exámenes en euskera.
Estos datos confirman que la Selectividad continúa siendo un mero trámite antes de dar el salto a la universidad. Y, una vez más, queda en entredicho su condición de filtro que el exministro de Educación, José Ignacio Wert, le atribuyó para justificar su desaparición en 2018 y su sustitución por la reválida de Bachillerato.
Aun así, no todo el monte es orégano. También hay suspensos, sobre todo en las asignaturas de modalidad (las antiguas optativas), claves para lograr los cuatro puntos extra que posibilita la reforma del año 2000. El podio de las materias más duras lo ocupan Física, Dibujo técnico y las lenguas clásicas: Latín y Griego. Las dos primeras tienen mucho peso para entrar en ingeniería, arquitectura o grados de ciencias por lo que se examinan de ellas a miles. Este curso, casi el 40% de los 2.459 estudiantes que se presentaron a Física suspendió, lo que sin duda explica la discreta nota media (5,4). Física es tras Cultura Audiovisual (nota de 5,3 y el 30,3% de suspensos) la segunda más hueso. Un total de 1.603 personas hicieron Dibujo técnico y el 34,3% no logró sacar un cinco. Dibujo técnico, Latín y Griego empatan a nota (5,6) y el nivel de suspensos es similar.
En el lado opuesto destacan los idiomas, con la salvedad de Lengua castellana. Alemán (nota de 8,7 y un nivel de aprobados del 100%), Francés (7,8 y 8% de suspensos), Euskera (7,3 y 9% de suspensos) e Inglés (7,2 y 11% suspensos) son en este orden las materias más agradecidas. Los resultados en el resto fluctúan dentro de la horquilla que va del suficiente al bien.
Por norma general, el alumnado de la Formación Profesional flojea más. Y este año también. La media obtenida por este colectivo en 8 de las 17 asignaturas se situó por debajo del cinco (Matemáticas II, Física, Historia del arte, Dibujo Técnico o Literatura). Y la suma de todas las notas arroja una media de 4,8, un penco en toda regla. Además, el porcentaje de estudiantes que no logran aprobar se incrementa de forma exponencial. Como dato un botón, en cinco de las 17 asignaturas el nivel de aprobados de este grupo estuvo muy por debajo de la mitad y en otras cinco no se alcanzó el 60% de aptos.
El hecho de que el ministro de Educación se viese forzado en agosto a paralizar sine die la polémica reválida de Bachillerato hace que, a día de hoy, se desconozca qué pasará con la Selectividad en 2018, año en el que debería desaparecer de aplicarse el calendario de la Lomce. En cualquier caso, la UPV/EHU ha elaborado un borrador sobre el proceso de acceso a la universidad a partir de 2017 previo a la congelación de la reválida, por tanto, abierto a modificaciones. En ese documento de trabajo, la universidad pública vasca ha optado por no realizar pruebas específicas para acceder a las distintas facultades, pero valorará la modalidad de Bachillerato cursado por el estudiante y hasta tres materias aprobadas en 2º de Bachillerato vinculadas a la carrera que se desea estudiar que contarán con una calificación extra de 4 puntos.