donostia - Gipuzkoa sigue abonada a las desgracias en las últimas semanas y ayer engordó su crónica negra con un accidente mortal que costó la vida a un vecino de Leaburu. Los hechos se produjeron junto a la carretera que conecta Belaun-tza con Leaburu, justo en la muga entre ambos términos municipales. Ocurrió hacia las 10.15 horas, cuando José Ángel Arregi Arbizu, un hombre de 51 años, se encontraba cortando troncos para hacer leña con una motosierra. El accidente mortal ocurrió a escasos 25 metros del caserío en el que la víctima, soltera, residía con su madre y otras dos hermanas; en el barrio de Iruburu.

Bomberos, efectivos de la Ertzain-tza y la dotación de una ambulancia medicalizada se desplazaron hasta el lugar de los hechos, aunque los sanitarios solo pudieron certificar su muerte, que según se baraja pudo producirse de forma casi instantánea por aplastamiento. Tras la intervención de los Bomberos para liberar el cadáver de debajo de la madera, acudió al lugar la comitiva judicial, que ordenó el levantamiento del cuerpo y su traslado al Instituto de Medicina Legal de Donostia para que le fuese practicada la autopsia.

La víctima era una persona conocida en Belauntza y Leaburu, dos pequeñas localidades de Tolosaldea en las que la desgracia también se está cebando en las últimas semanas. De hecho, el niño de ocho años que falleció en Ibarra el pasado 9 de septiembre tras precipitarse desde lo alto del frontón y era también vecino de Belauntza, una localidad de apenas 260 habitantes en la que todos sus residentes se conocen.

Ocurre lo mismo con los habitantes de Leaburu. De hecho, el caserío Gurrea en el que residía la víctima era el último de esta localidad y se encontraba pegado a la linde con Belauntza, en cuyo término municipal se habría consumado la tragedia, según el atestado de la Ertzain-tza. A apenas 25 metros de la puerta de su casa, eso sí.

El accidente tuvo un gran componente de infortunio, según apuntan los primeros indicios. José Ángel, un hombre experimentado en las labores del caserío y carpintero de profesión, se encontraba solo realizando una tarea que le resulta muy habitual: cortaba troncos para hacer leña con su motosierra, algo en lo que vecinos suyos aseguran “tenía mucha experiencia”. Aunque se trataba de piezas de tamaño considerable, no eran de gran tonelaje.

en pendiente y con hierba mojada Arregi trabajaba pegado a la carretera, en un arcén de apenas medio metro en el que había varios troncos amontonados que él estaba cortando para hacer leña. Según sospechaban algunos vecinos que conocían bien el lugar y a la víctima, el accidente se pudo deber a “algún resbalón” de la víctima, que realizaba estos trabajos en un terreno con poco espacio, “ligera pendiente y con la hierba húmeda”.

La muerte de Arregi conmocionó a los vecinos de la zona, que aún sienten “muy reciente” el accidente del niño que murió en el frontón de Ibarra. Además, aseguraba otro vecino, “esa familia ha tenido ya más de una desgracia”. Según las mismas fuentes, dos de los hermanos de la víctima habrían fallecido hace varios años en sendos accidentes. Uno de ellos especialmente trágico, según recuerdan los mayores del lugar, ya que fue alcanzado por un rayo.

La muerte de Arregi sacude a Gipuzkoa cuatro días después de que un niño de cinco años muriese en Errezil en un accidente con un miniquad y después de un mes de septiembre especialmente trágico en lo relativo a sucesos y accidentes de tráfico con víctimas mortales.