donostia - El Instituto Vasco de Fertilidad (IVF) abrió ayer sus puertas en el Onkologikoa de Donostia. Este nuevo centro permitirá a los pacientes jóvenes diagnosticados de cáncer preservar su fertilidad para poder tener hijos una vez superada la enfermedad. Además, cuenta con una unidad de reproducción asistida de alta tecnología para poder completar el proceso en pacientes enfermos, y para ofrecer la posibilidad de reproducirse a las parejas sanas que tengan problemas de este tipo.

“Una de las consecuencias del tratamiento contra el cáncer es la posibilidad de perder la fertilidad o de ver comprometida la capacidad reproductiva en los pacientes que se someten a ciertos tratamientos. Esto cobra especial importancia cuando hablamos de personas jóvenes”, apuntó ayer Almudena Moreno, gerente de Onkologikoa. Esta situación supone un duro golpe emocional, puesto que se suma “el problema de vivir esta terrible enfermedad en una edad temprana, a la angustia de que el mismo tratamiento que te puede salvar la vida te va a impedir tener hijos en el futuro”, añadió.

un salto asistencial Esta contrariedad ya tiene una solución gracias al Instituto Vasco de Fertilidad, que se une a los principales centros de referencia internacional al ofrecer sus laboratorios de alta tecnología para llevar adelante técnicas de preservación de la fertilidad previas al inicio del tratamiento contra el cáncer.

El centro contemplará a todos los pacientes oncológicos de entre 14 y 39 años, edad tras la cual desciende la calidad de los óvulos. De hecho, para los pacientes del Onkologikoa el servicio de preservación será “gratuito”. Asimismo, Moreno anunció que se está tratando de que la medicación asociada tampoco suponga un coste. También tendrán cabida las parejas sanas que quieran preservar su fertilidad por motivos sociales o laborales, o aquellas que se hayan encontrado con problemas para reproducirse. No obstante, no se trata de un servicio público.

El protocolo a seguir en los casos de presencia de cáncer es muy estricto, ya que el tiempo y la coordinación son esenciales. Todos los departamentos deben estar sincronizados para realizar adecuadamente la extracción de óvulos o semen previa al inicio del tratamiento oncológico. Una vez superada la enfermedad, depende del tipo de cáncer y del tratamiento, es necesario esperar uno o dos años para poder utilizar los óvulos. Sin embargo, al haber congelado la célula a una edad determinada, aunque la futura madre haya envejecido, el óvulo conserva sus propiedades.

laboratorios de alta tecnología En la presentación también compareció Yosu Franco, doctor en Biología molecular y director gerente del Instituto, quien liderará el departamento. Franco expuso que el objetivo del centro “es convertirse en referencia en el área reproductiva”. A ello contribuyen los laboratorios de alta tecnología que incorporan el primer sistema de micromanipulación Integra 3 del Estado y uno de los 16 del mundo. “Se coloca encima del microscopio y distribuye uniformemente la temperatura en la placa, garantizando que los embriones se mantengan como en el interior del cuerpo humano”, confirmó. Además de esto, el sistema reduce el tiempo de exposición de los embriones fuera de las incubadoras, rebajando los riesgos.

Al Integra 3 se añade el sistema Eeva (Early Embryo Viability Assessment), una técnica innovadora de la fecundación in vitro procedente de Estados Unidos. “Permite determinar cuáles son los embriones más adecuados para transferir al útero sin sacarlos de la incubadora”, añadió el director del IVF. Esta técnica, única en el País Vasco, aumenta las posibilidades de éxito del tratamiento y reduce los embarazos múltiples. Elisa Pérez, directora Médica del área, informó sobre los tratamientos de reproducción asistida que se llevarán a cabo en la unidad, como la fecundación in vitro, el lavado de semen, el cultivo de blastocitos o la preservación de embriones.

Asimismo, aclaró que se practicará el diagnóstico genético preimplantacional (DGP), una técnica gracias a la cual se podría cortar la herencia genética del cáncer, haciendo un estudio de los embriones antes de su implantación en la madre.

El IVF comenzará su actividad en unas semanas. De esta manera, el equipo estima que se harán unas 100 fecundaciones de pacientes sanos al año. En cuanto a los pacientes oncológicos, deducen que concentrarán el 5% del total de las fecundaciones, aunque por el momento el proceso se encuentra en fase de coordinación con el resto de departamentos. Finalmente el centro apuesta por la investigación y la colaboración con distintos departamentos y centros, como la Clínica IVF-Spain de Alicante, considerado entre los diez mejores de Europa.