2 Julius Ruter
Londres - La tradicional regata entre las universidades británicas de Oxford y Cambridge por el río Támesis incluirá hoy sábado, por primera vez en la historia, la participación de los equipos femeninos de las dos universidades británicas en el mismo escenario.
Las estudiantes de ambos centros han competido desde 1927 en una fecha y una ubicación distinta a los hombres. Hasta ahora su regata se celebraba en Henley, a unos 50 kilómetros al oeste de Londres. Hoy sábado, tomarán la salida a las 15.50 GMT para remar por primera vez a lo largo del recorrido de 6,8 kilómetros por el centro de Londres que surcarán también las dos embarcaciones masculinas una hora más tarde (16.50 y 17.50 horas)
Los resultados históricos de la competición de los hombres se mantienen equilibrados (81 victorias para Cambridge y 78 para Oxford), mientras que en la categoría femenina domina con claridad Cambridge, que se ha impuesto en 41 regatas, frente a 28 de Oxford. La carrera coincide tradicionalmente con el inicio de la primavera y reúne a miles de personas a la orilla del Támesis para pasar una jornada festiva, además de a decenas de millones que siguen el acontecimiento por televisión. En la regata número 161 de los equipos masculinos, Oxford tratará de ganar por tercer año consecutivo para acercarse definitivamente a Cambridge, que en la década de 1990 abrió una enorme ventaja con una racha de siete victorias. El tiempo de la carrera puede variar en función del viento y las corrientes, si bien suele situarse en una horquilla entre los 16 minutos y 19 segundos que estableció Cambridge como récord en 1998, y los 20 minutos 53 segundos en los que paró el cronómetro Oxford en 2008. Antes de iniciar la carrera, en las cercanías del puente de Putney, los presidentes de ambos clubes de regatas lanzan al aire una moneda -un Soberano de oro de 1829- para decidir qué lugar ocupa cada equipo. Remar en la ribera norte significa que la embarcación tendrá ventaja en el primer y último giro del recorrido, mientras que la orilla sur asegura una mejor colocación para la curva de 180 grados . En 2012, un hombre se lanzó al agua frente a las embarcaciones, lo que obligó a detener la prueba y retomarla desde la mitad del recorrido.