donostia ? La poetisa eibarresa Tachia Quintanar, de 84 años, que había sido novia de Blas de Otero, recogió a Gabriel García Márquez en 1956 en París, cuando no era más que un inmigrante ilegal que soñaba con triunfar en la literatura.

Tachia Quintanar, cuyo nombre real es Concepción Quintana, nació en Eibar en 1929, hija de Matías Quintana, oficial de notaría, y de Concha Echevarría. Su familia se trasladó a Bilbao cuando era muy niña. Cursó estudios de Arte Dramático en Madrid. En 1950 conoció en Bilbao al poeta Blas de Otero, con quien mantuvo una relación sentimental a lo largo de diez años, y posteriormente una sólida amistad hasta la muerte del poeta en 1979. Precisamente, fue Blas de Otero quien le puso el apodo de Tachia, creado a partir de la inversión de las dos últimas sílabas de Conchita. Además, aparece citada en sus versos, como en el poema Y el verso se hizo nombre (Ancia, 1958).

En 1953 emigró a París porque debido a la dictadura franquista, el teatro vivía horas de censura y angustia, de mínima calidad literaria, totalmente ahogada por una ideología totalitaria e integrista. En París realizó estudios con René Simon y Tania Balachova. Allí trataba de conseguir algún papel en la farándula parisina, al tiempo que para sobrevivir trabajaba en el servicio doméstico.

En 1956, Tachia, que era conocida como El General y La Vasca Temeraria, se encontró en París a Gabriel García Márquez, con quien mantuvo una intensa relación sentimental que duró un año. El escritor colombiano adeudaba un año de alquiler en el Hotel de Flandre, de donde le habían amenazado varias veces con expulsar. Pagó una parte de su deuda y aceptó compartir la habitación con Tachia. Según Dasso Saldivar, biógrafo de García Márquez, “su amor fue breve, intenso y contrariado por las distintas concepciones de la vida, que se diluiría en una amistad perdurable, pero que en su momento fue la mano providencial que asió al escritor por el costado del desamparo”. En el año en que vivieron juntos sufrieron grandes estrecheces económicas, hasta el punto de que Tachia le censuraba por no buscar trabajo y por estar obsesionado con escribir novelas que solo leían sus amigos, sin pagar ni un franco. En 1968 volvieron a encontrarse, ambos ya casados, y cenaron en casa del escritor, que ya había publicado Cien años de soledad. Gabo, como era conocido familiarmente el novelista, retrató a la eibarresa en El coronel no tiene quien le escriba, obra que escribió en esta época. Años más tarde le dedicaría la versión francesa de El amor en los tiempos del cólera, donde la protagonista era sorda del oído izquierdo, como Tachia. En Cien años de soledad, el personaje Amarranta Úrsula recuerda a Tachia Quintanar en los rasgos físicos que describe. El hijo de Tachia es Juan Rozoff, un reconocido compositor e intérprete de música funk. l