Christian tiene 14 años. Es de Jaén y le gusta el fútbol. Sobre todo el Barça. Pero su ídolo no es Messi. Él prefiere a Víctor Valdés, el portero. La principal razón de que se quede con el guardameta, y no con el astro argentino, reside en su pie izquierdo, donde sufre una enfermedad genética, el Síndrome de Carcot-Marie Tooth. Se trata de un trastorno hereditario en el sistema nervioso que, en su caso, le ha llevado a pisar de forma deficiente. Lo hace con la parte externa del pie, llegando incluso a apoyar el talón en el suelo de forma lateral, cojeando de forma notable, lo que le impide participar en los partidos que disputan sus amigos. Así que él se pone los guantes y juega de portero. El pasado domingo puso rumbo a Donostia, en un viaje que cambiará su vida por completo.

El otro viaje clave en esta historia se produjo hace mucho más tiempo, cuando el doctor Rafael Benegas se marchó a Estados Unidos para completar su residencia y obtener el título Fellow Ship, en el prestigioso Podiatry Institute. Allí conoció a otro galeno, Craig Camasta, una coincidencia a raíz de la cual ambos establecieron una provechosa relación profesional. En virtud de la misma, Camasta viaja una vez al año a Donostia para hacer frente junto a Benegas, y en escasas horas, a distintas intervenciones quirúrgicas en el pie, operaciones que se han convertido en toda una referencia en el Estado español. Hasta el punto de que un chaval de Jaén haya centrado toda su ilusión en su paso por un quirófano de la capital guipuzcoana, el pasado lunes.

"El invierno, en casa"

La de Christian el pasado lunes es solo una de las distintas operaciones acometidas por Benegas y Camasta durante la visita relámpago de este a Donostia, pero ejemplifica el punto de inflexión que estas intervenciones pueden suponer en la vida de sus pacientes. "El pobre lleva todo el invierno metido en casa", explica Belén Bonilla, madre de este adolescente jienense, a quien la llegada de la conocida edad del pavo le ha disparado los complejos. "Le gusta jugar a fútbol y ponerse de portero. También es un campeón con la bicicleta. Pero en nuestra tierra hemos tenido unos meses de muy mal tiempo para practicar deporte. Los amigos de Christian ya han empezado a tener novias, a quedar con grupos de chicas... Y él prefería quedarse en casa", relata.

El domingo, Christian hizo las maletas junto a sus padres y familiares y se acercó hasta Donostia. La operación no le daba ningún miedo. "Vino cargado de ilusión. Contaba los días que faltaban. En su agenda del colegio tenía el día marcado en rojo. Y en su estado de WhatsApp anunciaba que el día 24 se operaba en San Sebastián", explica su madre, ante el posible final de un proceso que comenzó hace casi una década. "Con cuatro o cinco años vimos que se tropezaba mucho, que se caía, y empezamos a preguntarnos por qué. Desde entonces nos hemos recorrido prácticamente toda España buscando opiniones, visitando médicos... Incluso vivimos una primera operación que no solucionó nada. Hasta que nos hablaron de que en Donostia existía la opción de que Christian fuera intervenido por los doctores Benegas y Camasta, de los que además nos dieron muy buenas referencias. Parece que todo salió bien y, aunque el post operatorio va a ser duro, estamos muy contentos", explica Belén Bonilla.

"Ahora se va a aburrir"

¿Y ahora qué? Esa es una pregunta que están en mejor disposición de contestar ambos médicos, quienes recibieron ayer a este periódico en la Clínica Benegas, en el barrio donostiarra de El Antiguo. "Le quedan ocho semanas de escayola por delante, un periodo de descanso y relajación. Así que, por el momento, su vida va a resultar muy aburrida", bromea Camasta haciendo gala de un humor típicamente anglosajón. "Luego la vida le cambiará de cero a cien", agrega Rafael Benegas. "De andar mal pasará a caminar de una forma totalmente normal. Y ese es un cambio muy satisfactorio para los que nos dedicamos a esto", sentencia.

Y es que la cirugía del pie puede llegar a ser asociada por los poco informados en la materia a operaciones banales, correspondientes principalmente a la medicina deportiva. Sin embargo, las intervenciones en las extremidades inferiores pueden tratar también problemas de salud más relevantes. "El del pie es un campo que ahora va cogiendo dimensión. Hace años, estas alteraciones ni se tocaban, y de hecho había gente que se quedaba coja para toda la vida. Se afrontaba como algo normal, porque casi no había soluciones. Pero últimamente se ha avanzado muchísimo y se ofrecen distintas soluciones", explica Rafael Benegas.

El doctor alude, en cierta manera, a una falta de cultura y de costumbre en el tratamiento del pie con el que la Clínica Benegas está acabando a nivel estatal y que ya no se da en países como Estados Unidos. "Ellos están más especializados en grandes patologías en el pie, porque tienen una población mucho mayor, y más pacientes", explica Benegas. "Cualquier cosa que pasa en el cuerpo puede ocurrir también en el pie. Tumores, infecciones...", agrega Camasta, especializado en el tratamiento de casos como los que describe. Y es que, según relata el doctor estadounidenses, "solo un 15% de los casos tratados corresponden a problemas genéticos como el de Christian". "El resto son procesos degenerativos", añade el galeno estadounidense.

Pioneros en el Estado

Rafael Benegas escucha a su colega y señala entre risas que Craig Camasta "cada vez viene menos" a Donostia porque "aquí también vamos aprendiendo". Se refiere, sobre todo, al uso de unas técnicas pioneras y únicas en el Estado español. "Aquí no se concibe que una operación como, por ejemplo, la de Christian ayer (por el lunes) se prolongue por espacio de cuatro horas. A nivel estatal, la mayoría de las operaciones simplemente colocan el pie en su sitio, sin tener en cuenta su funcionalidad. No piensan en cómo tiene que andar ese pie. La principal novedad que aportamos reside en que relacionamos la técnica quirúrgica a aplicar con la biomecánica del paciente, y su forma de pisar. Además, también nos caracterizamos por un respeto total a los distintos tejidos: los pies, los tendones... Los dejamos tal y como estaban, y eso propicia menos inflamaciones", explica Benegas.

La colaboración con Camasta está dotando a la Clínica Benegas de un bagaje importante, pese a que sus visitas son cada vez más fugaces. "¿La próxima? Cuando tenga hambre", bromea este estadounidense enamorado de la txuleta. Tras dos jornadas de locos, ayer mismo se marchó a Londres para participar en un congreso. Christian y su familia, por su parte, ponen hoy rumbo a Jaén. En cualquier caso, la presencia de todos ellos en Donostia durante los últimos días confirma a la capital guipuzcoana como la referencia estatal en cirugía del pie.