irun - Un joven camerunés falleció en la madrugada de ayer tras resultar apuñalado en Irun, después de mantener una pelea en el exterior de una discoteca. El hombre, de 24 años y domiciliado en Madrid, se vio implicado en un trifulca con un grupo de amigos a la salida de la discoteca Area 3 Night Lounge, y recibió una cuchillada por parte de su agresor. Hace cinco años, la misma discoteca, aunque entonces denominada Korus, fue el escenario de la paliza mortal a un joven guardia civil, que falleció en el acto en la madrugada de año nuevo. Su agresor fue condenado por homicidio.
El suceso de ayer se produjo hacia las 5.45 horas a la salida de la citada sala de fiestas, ubicada en la calle Cipriano Larrañaga, un entorno en el que hay numerosos bares nocturnos y que popularmente es conocido como la calle de la mierda. Tras resultar agredido con un cuchillo o similar, el joven huyó en dirección al cercano paseo Colón, donde se desplomó. Una persona que pasaba por el lugar avisó a SOS Deiak, cuyos efectivos se trasladaron rápidamente al lugar de los hechos, aunque no consiguieron reanimar al joven africano, que murió muy cerca de la estación del Topo.
El cuerpo del hombre fue trasladado al Servicio de Patología Forense de Donostia, donde estaba previsto que se le practicara la autopsia para ayudar a esclarecer las circunstancias de su muerte. Mientras, la Ertzaintza busca al autor de la cuchillada.
buscando el arma Con este objetivo, un grupo de agentes acudió ayer a la calle Cipriano Larrañaga, donde se ubica la discoteca, para entrevistarse con los vecinos o personas que pudieran haber presenciado el altercado y la agresión. También estuvieron buscando el arma homicida, para lo cual acordonaron los contenedores de basura, donde podría haber sido depositada el arma.
Algunos vecinos de la calle admitieron ayer que escucharon ruidos anormales de madrugada, aunque aseguraron que no pensaron que se hubiese producido una agresión fatal.
Otros residentes en la zona mostraron a Efe su extrañeza por lo sucedido. Un matrimonio explicó cómo había escuchado las sirenas de las patrullas de la Ertzaintza y de las ambulancias que se desplazaron al lugar para atender al apuñalado, si bien no llegaron a presenciar la agresión.
"Al principio pensábamos que podía haber sido un accidente -señalaron-, pero cuando nos hemos levantando, hemos mirado por el balcón y hemos visto que una zona de la calle estaba acordonada". "Pero antes -añadieron- no nos hemos enterado de nada. No hemos oído ningún ruido extraño ni de una posible pelea ni nada", recalcó este matrimonio.
Otro vecino, residente en la calle Jacobo Arbelaiz, aclaró que no se había enterado del suceso hasta que salió a la calle por la mañana y se lo comentaron unos conocidos. "Sí que se suele escuchar algo de bullicio cuando hay mucha gente de fiesta pero esta noche, sobre la hora a la que ha pasado esto, yo no he oído nada", explicó. "Siempre, con todos los bares que hay por aquí, suele haber a veces líos, pero últimamente estaba la cosa bastante tranquila", añadió.
Otro vecino del paseo de Colón comentó que tal vez el bullicio generado por la celebración del Carnaval hubiera podido contribuir a difuminar el ruido que, eventualmente, hubiera podido producirse en el apuñalamiento.