donostia - Roedores, cucarachas y chinches de la cama son las plagas más extendidas en la Península Ibérica en los últimos cinco años, como consecuencia del crecimiento de las urbes, la globalización, el cambio climático, el incremento de los viajes o el tránsito de mercancías por el mundo, según un estudio realizado por la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla).

Pero hay más, "en los próximos años asistiremos a un incremento de la población de plagas. El crecimiento de las ciudades, el calentamiento global, con inviernos cada vez más templados y ciclos reproductivos más cortos, y la expansión del turismo, contribuirán en buena parte a ello", explica la directora general de Anecpla, Milagros Fernández de Lezeta.

Se trata de una investigación que ha tenido como objetivo analizar la evolución del sector de servicios biocidas y de las plagas urbanas en el Estado español y Portugal, en el último quinquenio, y que fue presentado ayer en el marco del Congreso Profesional y Feria de Control de Plagas y Sanidad Ambiental, Expocida Iberia 2014.

mosquito tigre y avispa asiática Además de combatir plagas tradicionales y especies como las chinches de la cama, que hasta hace unos años estaban erradicadas en el Estado español, las empresas se enfrentan ahora a otras especies exóticas invasoras como el mosquito tigre, la avispa asiática y americana, el picudo rojo y negro, la cotorra argentina, la cotorra Kramer o la Periplaneta americana (cucaracha americana). La cucaracha Supella Longipalpa, de origen africano, y conocida como la cucaracha de banda marrón, es una de las últimas especies que amenaza con asentarse en el Estado español.

esos malditos roedores Los roedores son para el 87,13% de las empresas españolas una de las especies más importantes en cuanto a la prestación de servicios, seguidas por las chinches de la cama (70,13%) y las tres especies de cucarachas habituales (germánica, americana y oriental). Si bien, los principales servicios prestados son, por este orden, los servicios de desinsectación por el 92% de las empresas), desratización (90%), chinches de la cama (73%), tratamientos de madera -termitas y xilófagos- (71%) y legionella (67%).

En el Estado español se contabilizan alrededor de 45 brotes anuales de legionelosis y todos los años hay que lamentar fallecidos, pero también están las aves-plaga que ensucian y afectan al patrimonio de las ciudades o las termitas, en las casas antiguas, que pueden poner en riesgo la vida de los inquilinos. - Efe