Donostia. Las obras de rehabilitación de la carretera del puerto de Mutriku han sido el escenario elegido para llevar a cabo una innovadora estrategia de uso de fuentes de energía renovables. Concretamente, se han instalado dos pilotes que permitirán investigar sobre el aprovechamiento de la energía geotérmica en la cimentación de edificios.

Según informó ayer el Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, que ha autorizado este proyecto, se han instalado en las obras de rehabilitación de la carretera que da acceso al puerto mutrikuarra dos pilotes geotérmicos para posibilitar "la investigación del potencial térmico de la cimentación termoactiva y avanzar de esta forma en el uso de las fuentes de energías renovables".

Esta carretera sufre un problema de desperfectos causados por un deslizamiento que se encuentra bajo el nivel de aparición de la roca, lo que hace que los pivotes que sirven de base para la cimentación tengan que ser de gran longitud. Es por este motivo por el que se ha elegido esta obra para llevar a cabo el ensayo, en el que participan Bilbao Energy Solution Trends (Best), Tecnalia Research&Innovation y Cimentaciones Abando S.A., que se ha encargado de ejecutar los pilotes, además de la empresa Moyua, que lleva a cabo la rehabilitación.

El proyecto de investigación Geociter, en el que se basa el ensayo, estima que el subsuelo alberga energía suficiente para satisfacer las necesidades durante miles de años y es preciso conocer la forma eficaz y sostenible de obtener y aprovechar esta fuente de energía renovable.

La técnica para el estudio no es otra que, según explica la directora de Infraestructuras del departamento, Almudena Ruiz de Angulo, "introducir tubos de material sintético dentro de las jaulas de armaduras que harán circular en circuito cerrado el líquido de absorción que transporta la energía térmica a la central técnica, desde donde puede distribuirse a los puntos de consumo". Estos pilotes son de un metro de diámetro y tienen una longitud de entre 15 y 20 metros. Su principal característica es que cuentan con una enorme longitud perforada en roca, no en suelo. Esta longitud, además, ha requerido del uso de una maquinaria de gran potencia que, en una carretera como la de Mutriku, en ocasiones ha tenido que trabajar en diagonal porque no cabía debido a su tamaño.