pamplona. "Les rogaría que no hablásemos del tema. Ha sido muy reciente y lo que tenga que decir lo diré próximamente". El alcalde de Pamplona, Enrique Maya (UPN), eludía ayer la polémica sobre la denuncia policial que pesa contra su hijo, interpuesta por la Policía Municipal de la capital navarra por orinar en la calle e insultar a agentes del citado cuerpo el pasado miércoles 25 de diciembre.

Los hechos tuvieron lugar el día de Navidad, a las siete de la mañana, cuando policías del citado cuerpo descubrieron a Eduardo Maya Pabolaza, de 28 años, mientras miccionaba entre dos coches en la calle Monasterio de Velate, en el pamplonés barrio de San Juan. Los agentes procedieron a identificar al joven. Al comprobar el hijo del alcalde que iba a ser denunciado intentó justificarse ante los agentes, a los que comentó que no había podido contener sus ganas de orinar y que con anterioridad había vomitado.

comentarios racistas El joven preguntó en varias ocasiones a los policías si tenían intención de denunciarle y al confirmarle estos su intención de hacerlo por miccionar en la vía pública, el joven comenzó a proferir insultos contra los agentes, a los que llamó "hijos de puta", relataron fuentes sindicales. Los agentes informaron entonces al hijo del regidor de que también le iban a incoar diligencias judiciales por faltarles al respeto, lo que dio origen a otra nueva sarta de improperios por parte del joven, que increpó a los agentes, a los que llegó a acusar de perjudicar a la ciudadanía con sus actuaciones.

El hijo de Enrique Maya, además, realizó comentarios de corte racista, según las fuentes. "Están robando por ahí. Hay un montón de inmigrantes. Hay un montón de vascos jodiendo a los parados. Vais a putear a la gente", espetó a los policías el hijo del alcalde.

El incidente concluyó finalmente con una denuncia administrativa contra Eduardo Maya por incumplir las ordenanzas municipales y la remisión de diligencias judiciales por falta contra el orden público al Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona.