Donostia. ¿Sabe la gente en la calle lo que es la dislexia?
Yo creo que una gran parte de la población no sabe lo que es la dislexia. El otro día me comentaban que, en un trabajo de fin de curso, unos alumnos de un máster preguntaron qué es la dislexia, y la mitad de la gente encuestada no lo sabía.
¿Y qué es la dislexia?
Es un problema con una base genética que se manifiesta en dificultades a la hora de codificar palabras. Es decir, a la hora de ensamblar letras y leer palabras. Si tienes esas dificultades y no te ayudan a la hora de aprender a leer, el problema irá creciendo como una bola de nieve. Terminarás teniendo dificultades para comprender textos. Y esto, en la sociedad de la información en la que vivimos, se convierte en un hándicap importante.
Mucha gente asocia la dislexia a la escritura: a no saber escribir o a hacerlo mal.
En un principio no tiene nada que ver. La dislexia puede manifestarse en la escritura, es cierto, pero el problema en sí no tiene nada que ver con ello.
Así que el problema radica únicamente en la lectura.
Eso es. Como te decía antes, radica en la dificultad a la hora de codificar palabras.
Otro tópico relaciona la dislexia con la edad infantil. ¿Existe también entre los adultos?
Sí, evidentemente. Un disléxico lo es para toda la vida. Lo que pasa es que, mediante entrenamientos adecuados, esa persona puede llevar una vida completamente normal. Si a los disléxicos, por ejemplo en un examen, se les concede más tiempo para responder, o se les evalúa mediante preguntas orales, pueden funcionar de una forma ordinaria. Se trata de evitar que pasen malos tragos a la hora de leer, y de proporcionarles un entrenamiento adecuado para mejorar.
Así que el entrenamiento puede atenuar la dislexia, pero no acabar con ella...
Sí. La dislexia en una persona no es un problema con el que se pueda terminar, pero sí puede mitigarse.
¿Y cuáles son las causas que la provocan?
Estamos hablando de un problema en gran parte genético. A partir de ahí, se está investigando acerca de si ese problema genético se manifiesta en problemas auditivos, fonológicos o visuales. La respuesta probablemente resida en una mezcla de todos ellos. Son problemas que van en cascada, y los unos van desencadenando los otros.
¿Cuántas personas disléxicas se calcula que puede haber en Euskadi?
La prevalencia general se cifra entre el 5% y el 10% de la población, aunque hay gente que la sitúa en un 15%. Depende de varios factores, como la ortografía en cuestión, ya que en función de ella la dislexia se manifiesta en grados distintos. En ortografías opacas suele ser más evidente, en la inglesa por ejemplo, cuya correspondencia entre letras y sonidos es complicada. Y la dislexia se manifiesta en menor medida en ortografías transparentes, como la española o la del euskera, donde hay una correspondencia directa entre las letras y los sonidos.
En cualquier caso, y a tenor de los datos que ofrece, hay mucha gente que es disléxica y que no lo sabe.
Es muy posible, sí. Hay gente que ha sufrido mucho en la escuela para poder sacar adelante sus estudios. Es el gran problema de muchos niños, que dejan de ir al colegio, o que sufren al acudir a las clases. Y luego se comprueba que su coeficiente intelectual resulta completamente normal, y que simplemente cuentan con ese problema de codificación.
Se ha referido varias veces a un simple "problema de codificación". ¿Abogaría por desdramatizar el término dislexia, y por eliminar las connotaciones negativas que pueda tener?
Absolutamente. Aquí no hay que dramatizar nada. La dislexia es un problema que tiene alguna gente, porque la genética a veces juega malas pasadas. Lo que hay que hacer es darle una atención adecuada y lo más temprana posible. Luego la persona, como te decía antes, puede llevar una vida completamente normal. De hecho, hay figuras muy importantes de la historia de la humanidad que fueron disléxicas.
¿Como por ejemplo?
Albert Einstein.
Estos días se celebra en Donostia la Semana de la Dislexia.
Tenemos en la ciudad un montón de gente de gran nivel internacional que se dedica a estudiar el problema.
Y a darlo a conocer ante la sociedad en general...
Eso será el sábado (mañana), el tercer día. El jueves y el viernes (ayer) se trata de establecer un debate para entender mejor qué es lo que pasa en la mente y el cerebro de las personas que sufren dislexia, y cuáles son sus causas, que resultan diversas. El sábado, para terminar, transferiremos ese conocimiento a la sociedad.