Bilbao. Hace ya muchos meses que la gestión de los responsables de la empresa pública Osatek, dependiente de Osakidetza, está cubierta por un manto de presuntas irregularidades, sospechas y adjudicaciones más que dudosas. Ahora una rigurosa auditoría saca a la luz hechos concretos, como contrataciones realizadas sin la competencia ni autorización pertinentes, así como adjudicaciones millonarias que no cumplían los mínimos requisitos de igualdad y transparencia y otras que se hacían de manera directa sin razones suficientes para ello. Tras examinar la actuación de los responsables de Osatek, el auditor es concluyente: "Dada la importancia de los hechos detectados (?) Osatek ha incumplido en el ejercicio 2010 la normativa legal aplicable en materia de contratación que regula la actividad económico-financiera".
Una de las irregularidades más graves detectadas consiste en la adjudicación por casi 11 millones de euros de un contrato para el Desarrollo y puesta en marcha de un centro de servicios sanitarios multicanal (CSSM) a una UTE (Unión Temporal de Empresas) en la que figura la empresa que había redactado el Plan Director que incluye el diseño y definición de dicho Centro Multicanal. El hecho de que la consultora PricewaterhouseCoopers, redactora del Plan Director del Programa de explotación de las TIC y de la telemedicina en la mejora de los procesos asistenciales y en la promoción del autocuidado, resultara adjudicataria del contrato para el Centro Multicanal -proyecto que se deriva del Plan Director- hace afirmar al auditor que hubo un "incumplimiento de los principios de transparencia e igualdad y no discriminación". Las sospechas de parcialidad en la adjudicación dieron pie a la presentación de preguntas en la Cámara vasca en septiembre de 2010 y abril de 2011.
el que decide Se observa también algo que parece un modus operandi habitual en esta sociedad pública: el entonces director gerente -Pablo Arbeloa- contrata y resuelve licitaciones sin la autorización previa del consejo de administración y saltándose los límites en los importes de los expedientes. Según el informe realizado por Betean, en el ejercicio 2010 el director gerente de Osatek adjudicó, sin autorización previa del consejo, contratos que suman un importe superior a los 14,5 millones de euros. A esto se añade que las contrataciones realizadas por la sociedad se hicieron según unas instrucciones internas que no eran válidas al haber sido redactadas por un órgano -el comité de dirección- que no era competente. De hecho, en 2010 Osatek adjudicó contratos por importe de 15.472.375 euros, mientras que el total de adjudicaciones realizadas por el director sin autorización previa y superando los importes máximos legales es de 14,4 millones.
Además de en la adjudicación del contrato para el Centro Multicanal, el auditor destaca las deficiencias observadas en el procedimiento para la adquisición de un equipo de resonancia magnética para el Hospital de Galdakao (por 1,5 millones de euros), en el suministro de medios de contraste para resonancia magnética (1,2 millones), y en la contratación del sistema de almacenamiento de imágenes radiográficas (más de medio millón).
En Osatek, donde ha habido una sucesión inusual de directores gerentes -tres en menos de un año-, el relevo de directivos ha obligado al máximo ejecutivo de turno a tener que justificar ante los auditores las cuestionables actuaciones de su predecesor. Es el caso del actual director gerente -Enrique Gutiérrez Fraile-, forzado a dar explicaciones sobre decisiones adoptadas por el anterior -José Julián Isturitz-, quien a su vez dio respaldo a contratos realizados por Pablo Arbeloa y que son abiertamente cuestionados por el informe sobre el cumplimiento de la legalidad. Así, el director actual, Enrique Gutiérrez Fraile, que ocupó el cargo de forma interina desde la dimisión de Isturitz en mayo de 2011 y desde el pasado mes de diciembre de manera definitiva tras superar un concurso público, fue el encargado de realizar -en junio y julio de 2011- las alegaciones al informe de Betean Auditoría, a pesar de que él no era responsable de las numerosas irregularidades detectadas.
en una de las empresas En el caso del contrato para el desarrollo y puesta en marcha de un Centro Multicanal, que fue adjudicado definitivamente en septiembre de 2010, el informe no solo detecta que el entonces director gerente, Pablo Arbeloa, resolvió la adjudicación a favor de la UTE de PwC, Accenture y Telefónica "a pesar de no contar con la autorización previa del consejo de administración", sino que revela que la persona clave en el proceso de valoración de las ofertas "había desarrollado su carrera en una de las empresas que forma parte de la UTE que resultó finalmente adjudicataria del contrato". Esta persona procedente de Accenture se incorporó a Osatek en marzo de 2010 como directora de TICs para el desarrollo del citado centro y actuaba como contacto y responsable en la recepción de las consultas de las empresas que optaban al contrato. Esta persona -Virginia Carretié- fue cesada dos días después de resolverse la adjudicación.
A las personas conocedoras del caso les parece "demasiada casualidad" que una profesional que procede de "determinada empresa" sea contratada para seleccionar al adjudicatario de un concurso y que "sea precisamente su antigua empresa" la ganadora. También resulta llamativo que esa persona, que cesó en el cargo por no haber "superado el período de prueba", cobrara el cien por cien de los "incentivos por cumplimiento de objetivos".
¿juez y parte? El cuestionamiento por el auditor de la contratación y cese de la directora de TICs de Osatek ocupa buena parte de las alegaciones que Gutiérrez Fraile presenta a las conclusiones del informe. En un primer documento, el actual director gerente afirma que "la alusión a la contratación de esta persona y a su experiencia previa en el mercado de trabajo además de resultar improcedente en el cuerpo del informe, no deja de ser una insinuación o presuposición que además de enturbiar infundadamente la contratación objeto de análisis, en cuanto calificable de insinuación o presuposición en modo alguno está soportada por una evidencia suficiente, pertinente y válida, que pueda llevar a una conclusión de nexo causal o conexión con el expediente de contratación objeto de análisis".
En el segundo bloque de alegaciones, el director de Osatek se extiende en las circunstancias de contratación y cese de la directora de TICs, y justifica que "pese a no superar el período de prueba" se le abonaran incentivos por alcanzar unos objetivos que no se especifican en ningún momento. El responsable de la empresa insiste en que "la referencia a la contratación y rescisión del contrato de esta persona en el informe de legalidad es improcedente. Más aún en cuanto que el informe se limita a recoger insinuaciones y comentarios".