Más de 13.000 estudiantes vascos han comenzado este martes la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en EHU, de los que casi 5.000 la están haciendo en el campus de Donostia. La mayoría de ellos se examinan tras haber cursado el Bachillerato, y el resto, desde un Ciclo Formativo de Grado Superior. El total de los alumnos se ha incrementado un 1,6% respecto al año pasado.
El estudiante de La Salle de Donostia Aimar Melero, como el resto, se estrenó con la prueba de Euskera, en la que tuvieron que redactar un artículo de opinión a partir del texto Ondo haserre-tzearen artea, de la periodista Amagoia Mujika, e Historia durante la primera jornada, y salió “satisfecho” de ambos exámenes. “Venía nervioso pero creo que me han salido mejor de lo que esperaba”, afirmaba a la salida del segundo examen. Melero hace la PAU para “asegurar el futuro”, ya que su idea es cursar un Ciclo Formativo de Grado Superior y solo toma parte en el mínimo de pruebas, que son cinco. Al igual que él, otros alumnos y alumnas también realizan los exámenes para guardar la nota de cara al futuro aunque ahora no la necesiten.
Terese Altolagirre, de Haztegi Ikastola de Legazpi, terminó la jornada menos tranquila, y afirmaba que “estaba más nerviosa por el cambio de modelo”. No obstante, haber finalizado los primeros exámenes le tranquilizó “un poco”. La legazpiarra no vio especial dificultad en las primeras pruebas, pero el cambio en la ponderación respecto a la ortografía le incomoda un poco: “Con el euskera no tengo muchos problemas, pero creo que mañana en el examen de castellano tendré que repasar más el examen”.
Su compañero de centro Mikel Jauregi tiene como objetivo acceder al grado de Medicina, y tras la primera jornada, tiene cuatro exámenes más. “No se si cuando llegue a casa voy a estudiar o descansar”, detalló tras acabar las primeras pruebas. Respecto al acceso, explicaba que “la nota de corte no me ha causado una presión extra, pero es cierto que es muy alta y no te da mucho margen”. A pesar de ello, recuerda que la calificación obtenida en el Bachillerato tiene un peso del 60% de la nota global, y cree que “si durante el curso lo has hecho bien, no deberías tener problemas”.
"Con el euskera no tengo muchos problemas, pero creo que mañana en el examen de castellano tendré que repasar más el examen”
El nerviosismo era palpable entre muchos estudiantes. Es el caso de Daniel Blázquez, que la noche anterior al primer examen durmió tres horas porque le “costó coger el sueño”. El estudiante de Jesuitas de Donostia no está tan nervioso como otros por la nota de acceso al grado de Magisterio que quiere cursar el año que viene, porque ha hecho la matrícula en una universidad privada. A pesar de eso, es consciente de las exigencias y explica que “tengo que aprobar igualmente”. Su compañera de clase Nahia Manso afirma respecto a la nueva norma que afecta a la ortografía que “es una norma muy exigente, porque puede llegar a bajar más de un punto la nota final”.
Ander Rua es estudiante de San Ignacio de Loiola, y quiere cursar los estudios de Ingeniería Mecánica el próximo año, aunque le queda por decidir si hacerlo en Donostia o en Valencia. “Hoy me ha costado dormir”, afirmó a la salida del examen de Historia, con la mente ya puesta en el Dibujo Técnico. El año pasado la nota de acceso fue de 12,3 sobre 14, y aunque este año la previsión sea que va a descender, Rúa tiene claro que “tengo que hacerlo lo mejor posible”. Ante el cambio que la ortografía puede suponer en las calificaciones, explica que a él le puede perjudicar, pero admite a su vez que “es un cambio que tiene sentido”.
Sin segunda opción
Entre los alumnos y alumnas que realizan la PAU durante estos días, hay quienes tienen varias opciones abiertas de cara al año que viene, y también los que quieren seguir su vocación y aferrarse a una sola opción. El segundo es el caso de Ane Martín, Alaia Zamarron y Marta González, estudiantes de La Salle de Donostia. Las dos primeras lo tienen claro: “Tenemos la intención de acceder al grado en Enfermería”. Las notas de acceso les dan “vértigo”, y a pesar de que hayan acabado el Bachillerato con una elevada calificación media, afirman que “es necesario hacer una buena selectividad”.
González, por su parte, quiere estudiar Farmacia a partir del curso que viene, y sumándose a la opinión de sus compañeras, detallaba que “el tiempo para algunas pruebas se me queda corto, y más ahora porque tenemos que revisar la ortografía con más detalle”. Ninguna de las tres tiene segunda opción, y de no acceder a los grados que desean, se han planteado ir a un Ciclo Formativo de Grado Superior para convalidar varias asignaturas y volver finalmente al grado que quieren cursar.
La prueba
La Prueba de Acceso a la Universidad se dividirá en tres jornadas que irán desde este martes hasta el jueves, y se dividirá en dos fases. La de acceso y la de admisión. La primera, la de acceso, es obligatoria para todos los estudiantes y está compuesta por cinco exámenes que valoran la madurez y las destrezas básicas para seguir las enseñanzas universitarias de grado.
Las asignaturas que componen esta fase son Lengua castellana y literatura; Lengua vasca y literatura; Historia de España o Filosofía; Primera Lengua extranjera y, la materia obligatoria de la modalidad de 2º de Bachillerato
La fase de admisión, en cambio, es voluntaria y permite a los alumnos obtener cuatro puntos adicionales para la calificación final. En este apartado, cada alumno o alumna se puede presentar hasta un máximo de cuatro asignaturas. El cambio más significativo este año ha sido el de la ortografía, que puede suponer una penalización de hasta el 10% de la nota final.