Bilbao. El director general de Recursos Humanos de EuskoTren, Tomás Martínez Nuño, abandona desde mañana el staff directivo de la empresa ferroviaria dependiente del Gobierno Vasco, después de que haya transcurrido poco menos de un año y medio desde que desembarcara en la sede del barrio bilbaino de Atxuri de la mano del director general, José Ignacio Asensio Bazterra. Una salida interpretada desde varios prismas por los trabajadores de la compañía pero que, según la versión oficial de la empresa, hecha pública a través de una circular interna emitida el pasado jueves, se debe a "una baja voluntaria". En ese mismo documento se especifica que su relación laboral con la sociedad ferroviaria queda finiquitada a partir de mañana.
Sin embargo, según ha podido saber este periódico de fuentes de EuskoTren, la salida de Martínez Nuño tendría mucha más marejada de fondo. Según estas mismas fuentes, la baja voluntaria solo oculta un cese encubierto por parte de los responsables de la empresa, con su consejero delegado a la cabeza, el ex alcalde socialista de Santur-tzi, Javier Cruz.
Al parecer, el responsable de las relaciones laborales con la plantilla habría cobrado presuntamente cantidades de dinero en concepto de dietas de desplazamiento que no había podido demostrar ante su más inmediato superior, el director general Asensio Bazterra. Un hecho que reviste especial gravedad y que además no se justifica dado que la compañía ferroviaria puso a disposición de Martínez Nuño un coche oficial para desplazamientos por los distintos centros de trabajo que EuskoTren tiene distribuidos por el País Vasco.
Según ha podido saber este periódico, esta situación, presuntamente irregular, que se viene repitiendo desde hace unos meses, es la que ha colmado la paciencia del director general, que ha buscado una salida sutil para una de las piezas claves en el staff de la compañía. Un hombre que el propio director general fichó para su equipo -ambos son guipuzcoanos- cuando se formó la nueva dirección socialista de EuskoTren, cuya presidencia recae en el consejero de Vivienda, Obras Públicas y Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola.
Irregularidades Fuentes de Eusko Tren no descartan que similares presuntas irregularidades han podido ser detectadas a otro directivo, con quien la dirección de la empresa pública habría llegado a un acuerdo interno de devolución de las cantidades cobradas por dietas incorrectas. La figura de Martínez Nuño ha sido además siempre controvertida. A sus presuntos problemas económicos con la empresa, se añade una áspera relación con la plantilla de la compañía ferroviaria. De hecho, solo se encontraban en las reuniones oficiales.
Desde su llegada a EuskoTren, los enfrentamientos con los sindicatos han sido continuos, al menos con las formaciones nacionalistas. ELA-STV llegó a denunciar públicamente en enero pasado "los tratos de favor y las decisiones arbitrarias tomadas para favorecer a unos trabajadores con una afiliación sindical determinada y perjudicar a otros", argumentaron. La dirección de Recursos Humanos, que hasta ahora dirigía Tomás Martínez Nuño, era el objetivo de esas denuncias junto a un hombre de su confianza, José Ángel Orbegozo, un ex- sindicalista de UGT al que nombró director de Asesoramiento y Planificación del Departamento de Recursos Humanos.
pRESIÓN La reforma de la plantilla que pretendía llevar a efecto Martínez Nuño también provocó en octubre de 2010 la convocatoria de cuatro jornadas de paro por parte del comité de empresa "para protestar por la degradación de las condiciones laborales y para exigir el mantenimiento de todas las plazas estructurales", especificaron entonces los sindicatos. Finalmente, tras la presión de la parte social, la dirección socialista tuvo que recular y mantener todos los puestos de trabajo que quería eliminar en una reestructuración encubierta.
Finalmente, el varapalo judicial que ha sufrido recientemente EuskoTren ha podido contribuir a acelerar la salida del director de Recursos Humanos. Como se recordará, el titular del Juzgado número 2 de lo Social de Bilbao anuló las sanciones impuestas por Euskotren a siete delegados sindicales de la compañía tras la huelga que se llevó a cabo en el servicio por la muerte de un compañero en un accidente mortal en Lezama.
Aunque en su día el paro fue declarado ilegal en los tribunales, los miembros del comité de empresa recurrieron las sanciones por considerarlas abusivas y discriminatorias, algo que ha ratificado el juez y contra lo que la compañía no puede recurrir.