presidente de la euskal etxea de shanghai

shanghai. El pasado viernes fue para Aitor Azkue, el presidente de la Euskal Etxea de Shanghai, un día especial, no sólo porque recibía la visita del lehendakari, Patxi López, sino porque fue el encargado de entregar el Ábaco de Oro, la distinción que otorga a aquellas personas y entidades que se distinguen en proyectar los valores y la imagen de Euskadi en el exterior, al presidente de la Corporación Mondragon, José María Aldecoa.

¿Cómo se mantiene la Euskal Etxea de Shanghai?

Hasta ahora teníamos subvenciones. Tenemos dos tipos de socios. Los socios corporativos son empresas instaladas en China que pagan una cuota con la que los trabajadores de esas compañías tienen derecho a utilizar nuestras instalaciones. En total son 19 empresas. Luego están los socios individuales que tienen una cuota más reducida y que alcanzan un total de 25. El año pasado llegamos a ser unos 50, pero parece ser que a la gente le ha afectado la crisis y se ha dado de baja o se ha tenido que marchar a Euskadi.

¿Cuál es el motivo?

Muchas veces lo vas dejando, lo vas dejando y al final te das de baja. Por otra parte, han entrado dos nuevos socios corporativos con lo que los trabajadores de esas empresas también se incorporan a la Euskal Etxea.

¿Para un vasco que está en Shan- ghai que significa la Euskal Etxea?

Es un punto de encuentro. Nos reunimos con nuestros amigos, conoces a más gente que viene a la Euskal Etxea de la mano de otros socios. Aquí no sólo vienen vascos, sino también algún extranjero, madrileños, catalanes o andaluces porque son amigos de otros socios. Es un ambiente de compartir la amistad entre los vascos que vivimos aquí porque cuando te juntas el fin de semana te olvidas de los problemas de la semana.

¿La Euskal Etxea puede ser la puerta de entrada para un vasco que llega por primera vez a China?

Para una persona que viene por primera vez a Shanghai y no tiene ninguna referencia, ningún contacto en China, viene aquí y se le abre el cielo. Sobre todo para aquellos que vienen a estudiar chino o a instalar una empresa desde cero y puede estar perdido. El que viene a China a trabajar viene ya con algo cerrado, tiene su empresa aquí, tiene compañeros de trabajo, y ése lo tiene más fácil. El contar con la Euskal Etxea claro que sirve de ayuda. Entre todos nos ayudamos.

¿Cuál es la relación con los chinos?

La Euskal Etxea no es conocida en China porque ni siquiera está registrada oficialmente, ya que no es considerada una entidad de titularidad pública. Tenemos alquilada una casa que la hemos acondicionado, pero no podemos hacer ninguna reforma porque el gobierno chino nos lo prohibe, con el fin de conservar el patrimonio histórico.

¿Qué le ha parecido la visita del lehendakari López a China?

Si ha venido para algo y para echar algo adelante, nuevas iniciativas, está muy bien.

¿Y si no hubiera venido a la Euskal Etxea?

No hubiera pasado nada porque esto no es como una Euskal Etxea al uso, y tampoco ha sido conocida.

¿Pero servirá como plataforma de lo vasco en China?

Obviamente. Si se mira la página web que tenemos se puede ver las actividades que hacemos. Hace unos días vino un coro de Errenteria y el de Gaztelubide a cantar aquí, así como el cantante Fito, cuando vino a Shanghai con motivo de la inauguración del stand de Bilbao en la Expo Universal. Hacemos lo que podemos.