Sangüesa. El sangüesino Carlos Gallo Vilches, de 44 años, resultó ayer herido grave por la cornada de nueve centímetros que le asestó en la femoral un toro de la ganadería de Dolores Aguirre, en el primer encierro de las fiestas de Sangüesa. Además, otras tres personas resultaron heridas leves, según informó Cruz Roja.

Fue pasada la curva conocida como el Arco de Carajeas, cuando el astado de nombre Burraco entró derrotando y, en ese momento, alcanzó en la cara interna del muslo derecho al corredor habitual Carlos Gallo, a quien no le dio tiempo de alcanzar la valla de protección.

Ya en el hospital, Gallo confesó a este periódico que la llegada de Burraco por la izquierda le había sorprendido, porque él sólo veía a los dos toros que venían por la derecha. Pese a todo, se encontraba "bien, más tranquilo". Y aunque afirmó que correr delante de los toros es una de sus "pasiones", consideró que tal vez haya llegado la hora de dejarlo.

Asimismo, en ese mismo punto del encierro, M.I.B., de 17 años y vecino de Lumbier, fue volteado y sufrió politraumatismos y varetazo en el glúteo; mientras que Juan Manuel Lozano, de 42 años y vecino de Sangüesa, fue atendido por politraumatismos, como Irai Hernández, que presentaba contusiones en la cabeza y en la rodilla.