El verano trae consigo altas temperaturas, más horas de sol y una mayor exposición al calor, y aunque se acerca septiembre y los meses de buen tiempo van llegando a su fin, mantener una correcta hidratación sigue siendo fundamental para preservar la salud y el bienestar. Sin embargo, todavía existen mitos en torno a las bebidas que mejor sacian la sed.
Uno de los más comunes es que la cerveza hidrata más que el agua en los días calurosos. Nada más lejos de la realidad: aunque la cerveza sea refrescante y se consuma fría, el agua sigue siendo la fuente insustituible de hidratación para el organismo.
Por qué la hidratación es crucial en verano
El cuerpo humano está compuesto en torno a un 60% de agua, y este líquido es esencial para múltiples funciones vitales: regula la temperatura, transporta nutrientes, facilita la digestión y lubrica las articulaciones.
En verano, con el calor, la sudoración aumenta y con ello se pierden grandes cantidades de líquidos y sales minerales. Si no se reponen adecuadamente, aparece el riesgo de deshidratación, lo que puede derivar en cansancio, mareos, dolor de cabeza e incluso golpes de calor en los casos más graves.
Por este motivo, beber suficiente agua a lo largo del día no es un consejo superficial, sino una necesidad fisiológica. Mantener el equilibrio hídrico es la mejor defensa frente a los efectos del calor.
El mito de la cerveza como hidratante
La cerveza, especialmente en su versión sin alcohol, contiene agua y minerales. Esto ha llevado a algunos a afirmar que es tan eficaz como el agua para hidratar, o incluso mejor en verano. Sin embargo, cuando hablamos de cerveza tradicional, que contiene alcohol, la realidad es muy diferente.
El alcohol es una sustancia con efecto diurético, lo que significa que estimula la eliminación de líquidos a través de la orina. Es decir, en lugar de hidratar, favorece la pérdida de agua y electrolitos. Beber cerveza para calmar la sed bajo el sol puede dar una falsa sensación de frescor, pero en realidad contribuye a la deshidratación.
Incluso cuando se consume cerveza sin alcohol, aunque pueda aportar algo de hidratación, no supera ni iguala la eficacia del agua. Además, muchas cervezas incluyen gas, lo que puede generar sensación de saciedad antes de haber recuperado los líquidos que el cuerpo realmente necesita.
El agua: la mejor aliada del organismo
El agua es natural, no tiene calorías ni compuestos que perjudiquen el equilibrio hídrico. Es la bebida más eficiente para reponer las pérdidas de líquidos ocasionadas por el calor o la actividad física. Los especialistas recomiendan beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día, aumentando la cantidad en épocas de calor intenso o cuando se realiza ejercicio.
Además, una correcta hidratación no depende solo de lo que bebemos, sino también de lo que comemos. Las frutas y verduras de verano —como la sandía, el melón, el pepino o el tomate— son excelentes fuentes de agua y minerales, que ayudan a mantener un estado de hidratación óptimo.