Mantenerse en el peso ideal se presenta muchas veces como un gran desafío. Y es que, no siempre es fácil lidiar con el ajetreo del día a día ni resistirse a todos esos tentadores y poco saludables bocados que muchas veces solemos tener tan a mano.

En un mundo donde se habla mucho de dietas y de restar calorías, es fácil pasar por alto una cuestión igual de importante y es no comer lo suficiente. El estrés y el estar sometidos a unos horarios pueden pasar factura a nuestro apetito y a la forma en la que nuestro organismo regula el hambre, lo que a menudo nos lleva a comer poco y mal

Frente al pensamiento de que comer poco es una forma de cuidarse, privar al cuerpo de los nutrientes esenciales que necesita puede causar estragos en el metabolismo y en las hormonas. Y la cosa no queda ahí; comer poco de forma regular puede desencadenar a nivel global una serie de problemas de salud física, mental y emocional.

Un hombre delante de un plato con una pequeña ración de ensalada.

Señales de que comes poco

A continuación analizamos las señales, bastante fáciles de detectar, de que tu cuerpo puede no estar obteniendo suficientes proteínas, carbohidratos y grasas buenas. Algunos de los síntomas más comunes son:

1- Fatiga constante

La falta de energía es uno de los primeros signos de que no tienes las calorías suficientes para consumir. Si te sientes cansado todo el tiempo, incluso después de descansar, puede ser una señal. 

2- Pérdida de peso involuntaria

Si estás perdiendo peso sin quererlo, es posible que no estés comiendo lo suficiente. Aumenta tus porciones de comida de forma saludable, sobre todo de alimentos densos en nutrientes.

3- Debilidad muscular

La falta de nutrientes esenciales puede llevar a la pérdida de masa muscular y a una sensación general de debilidad.

4- Problemas de concentración

El cerebro necesita energía para funcionar correctamente. Si no comes lo suficiente, puedes tener dificultades para concentrarte, así como problemas de memoria. Asegúrate de consumir carbohidratos complejos y proteínas en cada comida para suministrar energía suficiente al cerebro.

5- Cambios en el estado de ánimo

La irritabilidad, la ansiedad o la depresión pueden ser consecuencia de una dieta insuficiente, especialmente si estás restringiendo los carbohidratos. Incluye en tu dieta alimentos ricos en omega-3, vitaminas del complejo B y magnesio y evita saltarte comidas para mantener estables los niveles de azúcar en sangre.

6- Problemas para dormir

Un consumo insuficiente de calorías puede alterar el sueño, ya que el cuerpo lucha por mantener sus funciones básicas. Evita siempre irte a la cama con hambre; tomar una pequeña cena rica en proteínas o carbohidratos complejos te puede ayudar a dormir mejor.

Una mujer con dificultades para conciliar el sueño.

7- Caída del cabello

Una ingesta insuficiente de nutrientes, especialmente proteínas, vitaminas y minerales, puede llevar a la caída del cabello.

8- Piel seca y uñas quebradizas

La falta de vitaminas y minerales necesarios puede afectar la salud de la piel y de las uñas. Incluye en tu dieta alimentos ricos en hierro, zinc y vitaminas del complejo B. 

9- Problemas digestivos

El estreñimiento o la hinchazón pueden ocurrir cuando no comes lo suficiente, ya que la falta de alimentos puede reducir el movimiento intestinal. Asegúrate de incluir suficientes fibras y líquidos en tu dieta. 

10- Sensación constante de frío

Las calorías son necesarias para mantener la temperatura corporal. Si siempre tienes frío, sobre todo en las extremidades, podría ser una señal de que tu ingesta calórica es baja. Enfócate en alimentos que te aporten energía de larga duración, como granos enteros y grasas saludables.

11- Desórdenes menstruales

En las mujeres, una ingesta insuficiente de calorías y nutrientes puede causar irregularidades menstruales o incluso la desaparición del período. Aumenta tu ingesta calórica y busca asesoramiento médico.

Estas señales son indicativas de que tu cuerpo no está recibiendo la energía y los nutrientes que necesita para funcionar de manera óptima. Si experimentas varios de estos síntomas, revisa tu dieta y, si es necesario, consulta con un profesional de la salud.