¿Vivir para trabajar o trabajar para vivir? El trabajo es una fuente de ingresos necesaria para poder vivir, sin embargo, cuando se invierte en él demasiado tiempo y esfuerzo y se sacrifican otro tipo de facetas de la vida existe un serio peligro de caer en la adicción.

El adicto al trabajo se caracteriza por una dedicación excesiva y una dificultad para desconectar de las responsabilidades laborales, incluso fuera del horario laboral. Su trabajo está por encima de su salud, sus relaciones personales o su ocio.

Causas

Entre las causas de esta adicción al trabajo, expertos de Ringover destacan factores personales, sociales y laborales. Cuando en el trabajo el ambiente es muy competitivo y demandante, se puede generar en el trabajador una sensación de urgencia constante y una necesidad de dedicarle más tiempo del necesario para destacar o conservar su puesto. Si la persona, además, es perfeccionista, se sentirá presionada para destacar en su trabajo y no decepcionar, lo que se convertirá en una dedicación obsesiva

Algunas personas encuentran en el éxito laboral una fuente de autoestima y de valía personal, por lo que buscarán constantemente el reconocimiento y la admiración. Para mantener esa percepción de éxito, tendrán que trabajar mucho.

Si además no existen unos límites claros entre la vida personal y laboral resultará difícil desconectar del trabajo y este se prolongará incluso fuera del horario establecido.

La adicción al trabajo, no obstante, también puede ser una distracción para no enfrentarse a otros problemas, así como una forma de lidiar con el estrés, la ansiedad u otros bloqueos emocionales.

Una mujer desbordada de trabajo.

Síntomas

Los síntomas de la adicción al trabajo pueden variar en intensidad de unas personas a otras. Presta atención a estas señales para descubrir si te encuentras entre el 5% de españoles que los expertos de Ringover señalan que son adictos al trabajo:

- Obsesión. Piensas continuamente en el trabajo y tienes dificultades para desconectar y relajarte.

- Priorizar el trabajo sobre todo. Tus responsabilidades laborales son lo primero por encima de tu salud, tu familia o amigos, o tu tiempo de ocio.

- Negación de problemas. Niegas o minimizas los efectos que la adicción al trabajo tiene en tu vida y que se reflejan como problemas de salud, estrés o deterioro de las relaciones interpersonales.

- Necesidad constante de logros. Necesitas superarte en el trabajo para sentirte satisfecho contigo mismo.

- Deterioro de las relaciones personales. Dedicas poco tiempo y energía a tus seres queridos.

- Problemas de salud. Sufres problemas de salud físicos y mentales como fatiga, insomnio, ansiedad, depresión o problemas cardiovasculares.

- Reducción del rendimiento laboral. Paradójicamente no rindes más en el trabajo, sino que el agotamiento y la falta de concentración que sufres afectarán a tu productividad.

Una mujer sigue trabajando en su casa a altas horas de la madrugada.

Tratamiento

Para atender la adicción al trabajo, los expertos consideran necesario tratarlo tanto desde un punto de vista físico como psicológico. Lo primero es reconocer el problema y replantearse las prioridades personales y laborales, valorar lo que es realmente importante en la vida y establecer metas realistas. 

Es importante fijar y respetar unos límites claros entre el trabajo y la vida personal, definir horarios y saber decir "no" a tareas adicionales para respetar el tiempo necesario de descanso y de ocio. Para ello es importante aprender a delegar trabajo para reducir esa carga laboral que merma en exceso la vida personal. 

Para sentirse bien también es necesario empezar por cuidarse uno mismo: fomenta hábitos de vida saludables, practica ejercicio de forma regular, mantén una alimentación equilibrada y un sueño de calidad, reserva tiempo para los hobbies que te relajan y disfruta de un tiempo de calidad con tus seres queridos.

Buscar apoyo profesional para identificar y abordar las causas de la adicción, así como practicar yoga o meditación para reducir el estrés, nos ayudarán a enfrentarnos a los retos laborales de una forma más efectiva.

Como decía Aristóteles, “la virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto”. Así, trasladado al ámbito laboral, es importante lograr un equilibrio saludable y satisfactorio entre el tiempo de trabajo y el tiempo de descanso, tan necesario para cargar pilas y poder ofrecer así un mayor rendimiento.