Karlos Arguiñano es popular por sus recetas sencillas y saludables. El chef de Beasain comparte cada día con la audiencia de su programa recetas de todo tipo que lo han consagrado como uno de los cocineros más prestigiosos.

El chef suele compartir en sus redes muchas de esas recetas, así como las novedades más destacadas de su restaurante, ubicado en Zarautz. Asimismo, el guipuzcoano también suele compartir con sus más de 200.000 seguidores paisajes y lugares guipuzcoanos que le apasionan.

Si recientemente compartió una espectacular imagen grabada desde su restaurante donde se aprecia el mar y un arcoíris, la semana pasada decidió presumir de la naturaleza y el verde que define a la localidad en la que trabaja.

"Un paseo hasta el camping de Zarautz para disfrutar de estas preciosas vistas. 💙 Zarautz", destacó en su perfil de Instagram junto a una imagen donde se apreciaba una vista completa del municipio y de su playa.

"Todo un privilegio poder tener tan bonitos paisajes cerca", comentaba una seguidora del guipuzcoano.

"Preciosas estuve hace dos años, que maravilla de tierra y atardeceres espectaculares", exclamaba otro usuario.

35 años de éxito

El cocinero acumula 35 años frente a las cámaras de la televisión, y recientemente mostró su agradecimiento en una entrevista en 'El Hormiguero' a aquellos que le llevan siguiendo tantos años: "Me han hecho feliz los que me ven todos los días. Han aprendido conmigo a cocinar. Estoy muy agradecido a toda la gente. Me sacaron de todos los apuros y me han hecho muy feliz. Por eso estoy aquí".

Arguiñano comenzó su trayectoria televisiva en 1989 con un programa de cocina en la ETB. Después, pasó por TVE y Telecinco para terminar mudándose a Antena 3, donde sigue presentando 'Cocina Abierta con Karlos Arguiñano'.

Antes de ser chef

Algo que mucha gente desconoce es que Arguiñano trabajó como chapista de trenes antes de dedicarse a la cocina.

Recientemente mucha gente pudo saberlo gracias a una de las preguntas planteadas en Atrapa un millón. "¿Cuál era la profesión de Karlos Arguiñano antes de dedicarse a la restauración?" planteaba el programa presentado por Juanra Bonet a dos concursantes. Las opciones eran chapista de trenes, ingeniero de cohetes de la NASA o mecánico de autobuses.

Los concursantes dudaron entre chapista de trenes o mecánico de autobuses: "Es el mismo sector. Sé que él en alguna entrevista algo comentó. Pero era el sector, no lo recuerdo con tanta exactitud".

"En el País Vasco la red de trenes no es especialmente grande. Estadísticamente la gente allí coge más el autobús que el tren", reflexionaba uno de ellos, inclinándose así por la opción de mecánico de autobuses.

Finalmente prefirieron ser prudentes y repartir el dinero. Apostaron 125.000 euros por mecánico de autobuses y 75.000 por chapista de trenes. Los primos no estuvieron especialmente acertados, ya que finalmente resultó que el chef de Beasain fue chapista en la fábrica de trenes de su localidad. Los participantes vieron como la mayoría de los billetes que habían conseguido mantener se esfumaban antes de llegar a la última pregunta.

"Arguiñano cursó estudios de maestría industrial y trabajó en una fábrica de trenes como chapista hasta que con 17 años decidió apuntarse a una escuela de hostelería en Zarautz", explicaba el presentador del concurso, Juanra Bonet.