Gatika es una población eminentemente rural con caseríos bien conservados y tranquilidad asegurada. Disfrutaremos de la visita y de su entorno relajado, y, en el tramo final del itinerario, caminaremos acompañados por el murmullo del río Butroe que nos acompañará hasta las inmediaciones del castillo homónimo.

 Nuestra caminata comienza junto a los muros de la iglesia de Santa María de Gatika. Avanzamos por la carretera que se adentra en Garai auzoa, la BI-3105, que se dirige a Loiu. En apenas cinco minutos alcanzaremos el cruce con el sendero GR-280 que viene del cercano campo de fútbol. Nosotros nos desviamos por la derecha, donde un cartel anuncia que entramos en Gorordo auzoa. Guiados por las marcas rojiblancas del sendero GR, caminamos por una tranquila zona rural con huertas, plantaciones y ganado que pasta plácido. Atrás ha quedado el pequeño núcleo de Gatika, custodiado por la figura del monte Sollube, mientras al frente se perfilan las redondeces del no menos presente monte Jata

Continuamos por la misma carretera hasta llegar a la altura del caserío Sitsabarri, donde encontramos una desviación por la izquierda con el cartel que indica que entramos en Endetza bidea, en el barrio de Gorordo. Seguimos por aquí hasta alcanzar un fresco bosquete de robles con una acusada pendiente en descenso (30 min).

Al salir del arbolado, y tras cruzar al otro lado de un pequeño puente sobre un riachuelo, un desvío anuncia el camino hacia Laukiz. Lo obviamos y continuamos por la derecha, por Libaroa bidea. Pronto nos flanquearán unos hermosos avellanos después de los cuales hay una acusada pendiente en descenso. Obviamos todos los desvíos, y seguimos por la carretera hasta el último caserío, por la izquierda del cual el camino pierde el asfalto y se convierte en pista forestal. Por ella nos adentramos, cuesta arriba, en un bosque frondoso (45 min).

Este último tramo del GR-280 discurre a la sombra de castaños, robles, pinos y eucaliptos que, según la época del año, puede verse animado por los cantos y gorgojeos de las aves. Nos acompañan también los susurros del río Butroe, a nuestra derecha, aunque no lo veremos hasta avanzar unos diez minutos por la pista, que, si ha llovido, puede encontrarse muy embarrada. 

Tras abandonar el bosque, viramos a la derecha antes de llegar a un caserío del barrio de Urresti y cruzamos sobre las aguas oscuras por un puente, con lo que salimos a la carretera BI-634, donde un cartel nos anuncia que queda medio kilómetro hasta el castillo de Butroe (GR-280).

Imponente estampa del castillo de Butroe. Argiñe Areitio

Con precaución, caminamos por el arcén durante unos metros y nos situamos junto a la ermita de Santa María Magdalena. Tomamos un camino asfaltado que, por la derecha, nos lleva hasta el castillo de Butroe (1 h 10 min). 

Esta antigua fortaleza, que se alza junto a un meandro del río, perteneció a los Butroe, uno de los linajes más importantes de Bizkaia. Edificado en la Edad Media como casa-torre, sufrió los embates de las guerras banderizas. En 1879, cuando era propiedad del marqués de Torrecilla, fue reformado y levantaron el castillo que vemos en la actualidad con aires románticos y una mezcla de estilos. Es agradable completar la visita con un breve paseo por el parque que lo rodea, un bosque centenario en que cohabitan especies autóctonas y exóticas. 

Regresamos al punto de partida por el mismo camino.

Ficha práctica

  • Cómo llegar. La carretera BI-634 cruza Gatika, uniéndola con Mungia por un lado y con Sopelana por el otro. La comarcal BI-3105 conecta la localidad con Loiu.
  • Distancia. 10 km ida y vuelta.
  • Tiempo. 2 h ida y vuelta.
  • Dificultad. Muy fácil.

El castillo de Butroe. La edificación original era una típica casa-torre del siglo XIII, con muralla alrededor, que fue convertida en castillo-fortaleza un siglo después por el señor de Butroe. Fue restaurado en el siglo XIX tras años de abandono, momento en el que le dieron el aspecto que tiene en la actualidad, con almenas y torres, a la semejanza de los castillos de cuento, con formas góticas, nórdicas y fantásticas diseñadas por el marqués de Cubas.

Alfombra sus alrededores un apacible jardín con variadas especies, exóticas y autóctonas, entre las que destacan dos árboles singulares protegidos: un cedro japonés inclinado y un gran pino insignis.

RUTAS POR EUSKAL HERRIA

BIZKAIA Río Butroe

Argiñe Areitio

Editorial: Sua Edizioak