Las actividades al aire libre son muchas y variadas. La escalada es una de ellas, y aunque cada vez cuenta con más seguidores, requiere una preparación, una técnica y un material que solo se consiguen con la práctica continuada. Para que aspirantes a escaladores ocasionales y en familia no se queden al pie de los riscos mirando sus paredes con anhelo hay una variante segura que permite vivir en toda su plenitud las experiencias y sensaciones de ascender por paredes reservadas a escaladores, águilas y cabras montesas. Son las vías ferratas.

Estas vías no son otra cosa que recorridos fijos por paredes de roca que acceden a determinados puntos. Son escalas metálicas clavadas en la roca, pasarelas engarzadas en las paredes, puentes aéreos de cable para salvar barrancos, tirolinas para veloces descensos… Y siempre sujetos con un arnés a una línea de vida fija para evitar accidentes.

Estas vías nacieron en los Alpes cuando los regimientos de montaña de los ejércitos italiano y austríaco necesitaron facilitar el acceso seguro de sus soldados y material pesado a puntos estratégicos en picos de alta montaña. Pasadas las necesidades bélicas, estas vías fueron aprovechadas y cuidadas por alpinistas y escaladores para sus ascensos. Y se extendieron al resto del mundo a partir de los años 80 delpsado siglo.

En la serranía de Ronda, en la provincia de Málaga, se ha creado uno de los parques más completos de vías ferratas de la península y cuenta con empresas de actividades de deporte extremo que ofrecen guías y material para poder disfrutar de esta actividad con seguridad.

Las once vías que se pueden recorrer tienen diferentes grados de dificultad. Ademas de los escalones clavados a las paredes clásicos de estas vías que hay que subir como si fuera una escalera de mano, también hay puentes mono (un cable por el que deslizar los pies y otro encima al que sujetarse con las manos), puentes tibetanos (un cable para los pies y otros dos para las manos a modo de pasamanos) y una escalera colgante.

Esto hace que los niveles de dificultad sean distintos y que, aunque sean seguras y razonablemente accesibles para todos, haga falta una cierta forma física para poder recorrerlas. El recorrido más largo es de 300 metros y necesita 3 horas y media para recorrerla y la más corta es de 74 metros y bastan 40 minutos para hacerla.

Cuatro rutas, cuatro niveles

1. Infantil de Benaoján

Esta vía especialmente adaptada es una buena toma de contacto de los más pequeños con la montaña. Guía de Turismo de la Serranía de Ronda

Es una de las dos vías que se pueden disfrutar en Benaoján y la más fácil de todas las de la serranía de Ronda. Pero la cosa tiene truco, es de uso y disfrute exclusivo de niños que midan más de 1,20 m. Para ello se han juntado los peldaños y se han modificado las altura de los cables de los puentes. Son 83 metros de aventuras para los más pequeños que se recorren en unos 40 minutos.

En las inmediaciones hay una segunda vía para adultos catalogada como difícil, de 90 metros y que necesita una hora y veinte minutos de tiempo.

2. Tajo de Ronda II

Las dos rutas del Tajo de Ronda ofrecen una vista muy especial de uno de los paisajes más icónicos de esta serranía. Guía de Turismo de la Serranía de Ronda

Se accede por el municipio de Atajate. Su grado de dificultad está catalogado como fácil, por lo que sus 75 metros de longitud se pueden completar en media hora desde que se inicia la aproximación hasta la vuelta al coche. Básicamente se compone de escalones clavados en la pared. Desde el aparcamiento en la Puerta del Viento hay cruzar la puerta islámica y recorrer todo el lienzo de muralla de la Albacara hasta la Puerta de Cristo o de los Molinos. Descender por el sendero que baja hasta los Molinos hasta encontrar el inicio de vía. La salida de esta vía se efectúa hacia la derecha, por el camino que baja del centro histórico de Ronda en dirección a los Molinos y que nos devuelve hasta la Puerta del Viento.

Tiene un recorrido paralelo a la Tajo de Ronda I, que catalogado como difícil.

3. Atajate

La principal dificultada de la vía de Atajate es el la extraplomo con el que se abre, que luego da paso a un puente tibetano. Guía de Turismo de la Serranía de Ronda

Un peldaño más arriba en grado de dificultad aparece la vía de Atajate,. Se estima que hace falta una hora para completar el acercamiento, completar sus 87 metros y volver al punto de salida. Se accede desde el aparcamiento, a la entrada de Atajate, junto a unas letras gigantes alusivas al Mosto.

Es muy variada y cuenta con un puente de mono y otro tibetano. Para abrir boca, la vía se abre con un extraplomo que requiere cierto esfuerzo.

4. Castillo del Águila

La vía del Castillo del Águila es una de las más exigentes de esta sierra malagueña. Guía de Turismo de la Serranía de Ronda

Junto a la localidad de Gaucín sale la vía bautizada como Castillo del Águila. En su recorrido de 182 metros, considerado como el más difícil de toda la serranía, a los escalones de hierro habituales se unen un puente mono, dos tibetanos y una tirolina que requieren de esfuerzo físico y conocimientos técnicos importantes durante dos horas y media. Pero las vistas aéreas sobre el Valle del Genal y el Paraje Natural de Sierra Bermeja compensan todo.

Con guía o sin guía

Estos recorridos son de libre acceso, por lo que aquellos excursionistas, montañeros o escaladores que cuenten con experiencia y material adecuado propio pueden hacerlo libremente siempre y cuando respeten las normas básicas y específicas de estas vías. El resto de aventureros que se acerquen a estos paisajes pueden recurrir a las empresas especializadas que ofrecen y organizan excursiones por la zona.

El material necesario aconsejado para poder recorrer sin riesgos estas vías son un arnés completo, casco, calzado antideslizantes, guantes, un teléfono (para hacer llamadas de emergencia, las fotos son secundarias), un botiquín, ropa adecuada a la actividad y a la estación del año en el que se haga el recorrido, alimento energético y agua. Si se contrata una excursión, la empresa facilita este material.

Para aquellos que acudan por libre, deben seguir la ruta en la dirección marcada, respetando las distancias de seguridad y la señalización. Además, como en cualquier otra excursión por el monte o el campo, hay que cuidar el entorno y no dejar basura ni encender fuego.

Tampoco hay que olvidar que la actividad ganadera es importante, por lo que hay que evitar molestar a lo animales y ser muy cuidadosos a la hora de abrir y cerrar la cancelas de los campos. Algunas de estas vías están en terrenos privados, por lo que aunque se permita el paso, no se pude ser descuidado.