La Liga Eusko Label ha tenido sin duda una gran dominadora esta temporada. No se puede calificar de otra manera a una Bermeo que se ha llevado la Liga con tres jornadas aún por disputarse y que, además, ha superado el récord de victorias en una misma campaña, llegando hasta las catorce. A partir de aquí, el año de las embarcaciones de Gipuzkoa ha sido dispar.
La mejor clasificada
Donostiarra ha sido la trainera guipuzcoana mejor clasificada. La Torrekua II ha ido de menos a más a lo largo de la temporada para acabar logrando dos victorias. Una fue por solo ocho centésimas, las suficientes para que la bandera de Getaria fuera para los de Igor Makazaga. La otra fue la que pudo encender ciertas alarmas en Bermeo, tras remontar en Zarautz los casi cinco segundos con los que salió Urdaibai de la primera jornada.
Algo más sorprendente ha sido la temporada de Orio. La embarcación arrancó el curso con muchas dudas, pero, con Mikel Arostegi al frente, ha logrado hacer una temporada notable, sin lograr el premio de la bandera, pero finalizando la liga en tanda de honor. Si el técnico oriotarra será el entrenador de los aguiluchos el próximo curso solo lo saben ellos. Los rumores no cesan en el Cantábrico.
En quinta posición terminó Hondarribia. La Ama Guadalupekoa no ha encontrado el ritmo que le hubiera gustado y acabó fuera de la tanda de honor, a apenas dos puntos de Orio tras disputarse ambas la cuarta posición hasta la última jornada. No es el resultado esperado, si bien es cierto que ha sido fiel a su cita con la victoria por decimocuarta temporada consecutiva tras ganar en Orio.
El caso de Getaria es uno de los que se recordarán durante años. La Esperantza cada año sube un peldaño. Los de Ion Larrañaga otra temporada más han sido una trainera solvente y muy fiable. Ya no es solo que por tercera temporada consecutiva hayan conseguido entrar en La Concha, que también, sino que este año han logrado su primera victoria en la máxima categoría tras ganar en Ondarroa, un campo de regateo ya abonado a las sorpresas. Definición de buen trabajo en un club plagado de canteranos.
La cruz de la temporada ha sido la de San Pedro, que tras regresar este curso a la Liga Eusko Label no ha conseguido mantener la categoría. La Libia no ha podido seguir el ritmo de las traineras precedentes y vuelve a la ARC después de la disputa del play-off. Más allá de los resultados, que no han sido buenos, el mal sabor de boca con todos los acontecimientos extradeportivos en torno a Cristian Garma con los que han acabado la temporada no son la despedida más dulce para una trainera histórica.
El año que viene seguirá habiendo cinco embarcaciones guipuzcoanas en la máxima categoría. San Juan superó el play-off y más de un lustro después volverá a competir en ACT tras una temporada de ensueño en ARC-1 de la mano de Joseba Fernández.