Donostia - Nadeth Agirre (Orio, 1993) cumplió un sueño el domingo en la bahía de La Concha. Ganar la bandera más preciada le sacó una sonrisa aún mayor que la que acostumbra a tener. Habrá pasado seguro malos momentos en el remo, pero la patrona de la Txiki es una mujer feliz este verano. “Parece que hemos llegado ahora y hemos ganado, pero aquí hay muchos años de trabajo”, recuerda con razón. Diez años de esfuerzos que ahora tienen recompensa. El pueblo, sabedor de ello, lo valora y lo celebra. Ayer un camión de trece metros se convirtió en una carroza para las nuevas reinas de Donostia. Y la celebración, como merecía, duró y duró. Ya tendrán horas a partir de hoy para dormir de más las oriotarras, que se van de vacaciones con un histórico doblete bajo la trainera.

¿Qué tal han dormido en Orio?

-Dormir poco? (sonríe). Ayer fue un día espectacular y queríamos disfrutar del momento y salió una regata redonda. Disfrutamos a tope, tanto aquí, en la rampa, con mucha gente de Orio volcada con nosotros, como luego, en la recepción en el pueblo.

¿Cómo fue ese recibimiento?

-Normalmente, vamos primero a comer y después nos trajeron un camión gigante, de trece metros, y lo apañaron para poder ponernos nosotras detrás como si fuera una carroza, y así nos metimos en el pueblo. Luego, en el ayuntamiento y, la verdad, que fue muy especial.

Ya han tenido muchas recepciones este año, pero supongo que la de La Concha es siempre especial.

-En Orio se vive mucho el remo y, aunque el del título de la Liga EuskoTren fue también emocionante, el de La Concha es, de otra manera, muy especial.

En Orio saben bien lo de celebrar Conchas...

-Sí, fue increíble cómo se volcó el pueblo con nosotras.

Las remeras de fuera debieron alucinar.

-Hombre, ellas dicen que estamos un poco locos (ríe). Las que somos de Orio ya sabemos cómo se vive aquí el remo, pero ellas alucinaban. Nos comentaban que tenemos que disfrutar de esto porque esto no lo tienes en ningún otro sitio.

En lo deportivo, comentaba que fue una regata redonda.

-Nosotras teníamos claro que debíamos remar desde cero. Y nos salió una gran regata tanto fuera como para dentro. Sabíamos que teníamos que ir con cabeza, pero, a la vuelta, disfrutando. Es lo que les decía a las demás, que disfrutaran.

Su rival, Donostia Arraun Lagunak, no tuvo su día.

-No, en finales así puede pasar cualquier cosa y a ellas no les salió la regata.

¿Y ahora qué?

-Ahora, despejarnos un poco del remo, aunque siempre tenemos celebraciones por ahí. La semana que viene habrá que celebrar la liga de los chicos, que tienen muy bien encarrilado el título.

En ese sentido, ¿da pena que no se lograra el doblete?

-Sí, la verdad es que un poco sí. Ayer en el recibimiento ya dije que hubiera sido histórico que ganáramos los dos, pero no pudo ser. Al final, solo puede ganar uno y esta vez fue Hondarribia. Nosotras queríamos que ganaran también ellos, pero tenemos claro que son unos grandes campeones.

Es que una Concha cuesta mucho? Que se lo digan a ustedes, ¿no?

-Hay que valorarlo mucho. Parece que hemos llegado ahora y hemos ganado, pero aquí hay muchos años de trabajo y siendo segundos en muchos momentos, y ahí hemos estado.