El PNV de Elgoibar considera el derribo de la cruz de Morkaiko un ataque a la memoria histórica y al proceso de resignificación en el que se encontraba inmerso este monumento tras la retirada de toda la simbología franquista que ostentaba.
Un patrimonio amputado
La formación jeltzale defiende la cruz como un elemento que pertenece a todas las personas de Elgoibar y afirma que su significado actual difiere mucho del que llevó a su construcción.
“Nos recuerda un episodio crucial de 1936, ligado al nacimiento del primer Gobierno Vasco —cuyo 90.º aniversario celebraremos en 2026—, y evoca, en su conjunto, la memoria de los gudaris que defendieron la libertad frente al golpe militar".
Según señala, su valor formaba parte de un itinerario histórico más amplio, un patrimonio que no puede ser amputado por decisiones unilaterales ni por actos que rehúyen el camino democrático del diálogo”.
De Morkaiko a Zirardamendi
El PNV cree que con este acto, tachado como vandálico, “se rompe una cadena de memoria que incluía también la pequeña cruz que colocaron Otxoa de Txintxetru y Landa en Zirardamendi, el alto que se sitúa justo enfrente de Morkaiko y ante el que cada año recordamos a nuestros gudaris”.
La formación jeltzale se muestra crítica con los que han optado por derribar la cruz, sin tener en cuenta el sentir general de la gente.
“En ningún caso puede nadie decidir por su cuenta qué elementos del pasado conforman la memoria de un pueblo al que no representan. Nadie puede erigirse en voz de la ciudadanía para imponer su criterio por la vía de la fuerza. Lo que no se logra con argumentos jamás puede justificarse mediante la violencia y el vandalismo. No es aceptable que unos pocos pretendan sustituir el debate democrático por la imposición ni que actúen desde la unilateralidad para apropiarse de aquello que es común".
Memoria plural, compartida y democrática
Frente a ello, el PNV reafirma su compromiso con una memoria plural, compartida y democrática.
“Se trata de un compromiso que exige preservar los elementos resignificados de nuestro pasado, rechazar cualquier forma de violencia y defender que la memoria colectiva se construya entre todos, nunca desde la imposición de unos pocos”.
Finalmente, apelan al rápido esclarecimiento de lo sucedido. “Exigimos que se esclarezcan los hechos y se depuren las responsabilidades correspondientes. Y llamamos a la ciudadanía a mantener la convicción de que la memoria democrática no se derriba con un mazazo: se sostiene con la voluntad firme de un pueblo que sabe de dónde viene y qué valores quiere preservar”.