NO duró más la Bandera de La Concha. Cuatro minutos. Los que tardó Urdaibai en mostrar su proa a Kaiku. Entonces sí, los 33 segundos del primer domingo cayeron de golpe sobre la Bizkaitarra y pesaron lo suyo en su moral. Cada palada dada, era una oportunidad menos para buscar una remontada que de entrada era casi inviable.
La Bou Bizkaia rompió el pronóstico al ganar también la tanda de honor. Primero se limitó a sujetar a Kaiku y después supo aprovechar las olas que rebotaban en la isla. Fue ahí, en ese cuarto minuto, cuando se lanzó y fue creciéndose hasta firmar un 19:29 que ayer era un tiempazo.
La tripulación de Kaiku -con varios cambios de remeros y puestos- se vino abajo a la vuelta, tras comprender que esta tampoco era su Concha. Sí lo fue, en cambio, de la Donostiarra. Si bien Pedreña no se jugaba nada al estar en tierra de nadie y, como parece, con algunos problemas internos, los de Mendi tenían una papeleta. La salvaron muy bien en el largo de ida, aunque a la vuelta pagaron ese peaje de ir algo fuera de punto para intentar rematar una gran faena. Pero tenían mucho toro al lado.
En la primera tanda, nos quedamos con las ganas del duelo Hondarribia-San Juan. Los rosas se descolgaron demasiado pronto, y los verdes demostraron por qué llevan ahí arriba todo el verano. Fueron los segundos del día, pese a que me dio la sensación que la segunda tanda gozó de unas condiciones algo mejores. Por ello aún es más meritorio el gran largo de ida de la Ama Guadalupekoa, en el que soplaba algo más de viento. Para dentro, controlaron a Tirán, que volvió a Galicia sin la espinita que se le clavó el primer domingo.
Ese día marcó una edición que llegó muy definida a la segunda jornada, para colmo con siete botes. Se notó en el público las bajas de Orio, Castro o San Pedro, pero noté mucho calor en la entrega de la bandera dentro del puerto. Fue un acierto, pero no tengo tan claro que también lo fuera el acto posterior -se demoró mucho- de la izada de una bandera que en el agua duró cuatro minutos.