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Otro palo al remo femenino

Gipuzkoa logra el título de la liga ante las gallegas Galicia fue coronada por error al ganar la bandera, pero la ACT se disculpó y dio la razón a las guipuzcoanas

Donostia. La Liga EuskoTren no se libró de la maldición que mantiene al remo femenino en una sempiterna polémica. En su última jornada, en la que debía ser una fiesta de la competición que más ha dignificado a las remeras, éstas recibieron un nuevo e injusto jarro de agua fría. Esta vez fue porque alguien no leyó su propio reglamento. Ante la extrema igualdad este año entre Gipuzkoa y Galicia, cabía pensar que alguien de la ACT hubiera leído el artículo 12, que regula los cuatro criterios para deshacer un hipotético empate: a igualdad de victorias en regatas y en duelos directos, mandaba el tercer punto: la "mejor clasificación en la última regata puntuable".

Y ésta fue para Gipuzkoa, representada ayer por Zumaia, que batió a Galicia porque se manejó con soltura en la mar -a un segundo del tercer largo de los chicos de Astillero en el largo de ida y a 35 del cuarto de Zarautz a la vuelta-. Sin embargo, las entrenadas por Joseba Urbieta no enjugaron la renta lograda el sábado por las gallegas, y ahí vino el lío. Las dos cuadrillas comenzaron a abrazarse al verse ambas ganadoras de la liga: unas, por ganar la regata; las otras, por llevarse la bandera.

En pleno desconcierto, la organización proclamó campeonas a las gallegas y en su barco les impuso el correspondiente maillot. Ajenos a la escena, Luis Mari Goikoetxea, presidente de Zumaia, y Koldo Díaz, delegado de Hondarribia, reclamaron ante los jueces y, con la primera tanda masculina en marcha, lograron imponer el reglamento. Desconsoladas, las gallegas se despojaron sus maillots y los recogió Gipuzkoa en "una imagen que parecía que les estábamos robando, cuando no hicimos nada malo, y sí remar bien -dijo Urbieta-. Se ha equivocado la organización", como admitió la propia ACT en un comunicado vespertino en el que pidió "disculpas", porque la normativa está "redactada de forma clara y concisa", aseguró.

Pero las remeras ya habían recibido otro palo, como casi todos los anteriores, lamentable y evitable.